14/4/13

To the Wonder

Hoy he visto To the Wonder, una de amor, desamor y lo que ocurre en medio.

El cartel y Affleck confundirán a los románticos
Con la polémica el pasado año de El Árbol de la Vida, una de esas películas que sitúan a crítica y público en polos opuestos, Terrence Malick dejó de ser un director conocido solo por los “expertos” en séptimo arte y pasó a convertirse en un ídolo para gafapastas incipientes. Por eso, y por que esto de que estrene una obra suya al año es novedad, era de esperar la expectación y posible decepción que iba a causar esta To the Wonder.

La trama nos presenta a una joven pareja de visita en Mont Saint-Michel. Parecen adorarse el uno al otro pero al volver a Estados Unidos su relación comienza a flaquear. La hija de la mujer, abandonada por su primer marido, no está a gusto en casa y pronto ellos mismos irán olvidándose de lo que sentían. Él comenzará a visitar a una antigua amiga. Ella encontrará consuelo en las palabras de un sacerdote en crisis y en los brazos de algún que otro marinero.

A quién estará mirando
Todos los interpretes parecen estar de acuerdo en que, en las películas de Malick, hay que salir como si se estuviese de paso. Las emociones, explicadas en voz en off, están prohibidas en plató. Por eso Ben Affleck parece por primera vez a la altura del resto de compañeros. Olga Kurylenko es la protagonista y la encargada de narrar las poéticas imágenes del realizador y su director de fotografía, Emmanuel Lubezki.

Ay el amor
Javier Bardem es el cura del lugar y su interpretación se corresponde con la del resto, posar con cara de pena mirando al infinito y realizando tareas cotidianas. Y es que el director repite el tono y la forma de El Árbol de la Vida de manera exacta. Solo cambia el fondo: la metafísica por el amor, el nacimiento por la “luna de miel” y la muerte por la infidelidad.

El Javi
Al parecerse tanto formalmente es imposible evitar la comparación y que esta salga perdiendo. Las poderosas y luminosas imágenes del año pasado se transforman aquí en una cuidada fotografía con buen gusto estético. La poética imposible pero sobrecogedora ahora no es más que una sucesión de ideas sobre lo que debería ser el amor y lo que en realidad es.

Malick se copia así mismo consiguiendo no gustar a los críticos que lo defienden y volviendo a aburrir al público que lo detesta. Aun así, el gusto con el que está rodada la película y el espíritu poético con el que está impregnada, hará que los fans más incondicionales disfruten como siempre. Algo parecido a lo que nos pasó a los enamorados de Magnolia cuando vimos The Master.

Con Mont Sain-Michel de fondo es fácil hacer una buena foto
Aquí el tráiler. Si no te gustó El Árbol de la Vida, esta no te gustará pero al menos se entiende un poco. Si disfrutaste viendo a Sean Penn andando hacia no se sabe dónde, te gustará menos pero no lamentarás verla. Yo de Malick sigo prefiriendo Malas Tierras o La Delgada Línea Roja. Un 6.

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