La realización corre a cargo de David O. Russell que se permite juguetear con diferentes tipos de filtros y estilos de rodaje e incluso introduce imágenes reales de archivo de sus protagonistas. Algunas secuencias parecen un documental mientras que otras vuelven a un tono más tradicional para ser alteradas con una genial compilación de música cuidadosamente elegida. Os quedareis con ganas de saber el nombre de muchas de las canciones que van dando volumen a la película. En cuanto a las escenas de boxeo también encontramos cierta variedad, desde planos alterados que casi parecen grabados de la televisión, hasta el combate final con planos definidos y más vistos en otras películas del género.
Basada en hechos reales, nos cuenta parte de la vida de “Irish” Micky Ward, boxeador norteamericano procedente de Lowell y su hermano Dicky Eklund, leyenda local por derrotar a Sugar Ray Leonard. El bueno de Dicky es adicto al crack y muchas veces no sabe ni donde está. Esto es un problema para Micky ya que su hermano es su entrenador y sparring. Además su alterada madre es la manager de ambos y pretende organizar el regreso a la lona del hermano drogadicto. Esto hace que Micky se convierta en un “ascensor”, le usan otros promotores para acumular victorias de sus boxeadores. En esos día, unos cámaras de HBO ruedan un documental sobre el crack y Dicky es uno de los protagonistas, lo que más tarde traerá consecuencias cuando se emita, pero de momento sus problemas con las drogas le llevan a la cárcel y es en ese momento cuando Micky, con la ayuda de su novia, relanza su carrera alejándose profesionalmente de su hermano y su madre. Esta no ve con buenos ojos la separación e intentará que su niño vuelva al redil. Tanto ella como el ejercito de hermanas de Micky tratan de deshacerse de su novia y sus nuevas ideas, pero cuando empieza a luchar sin arrastrar los problemas de drogas e imposiciones del pasado, comienza a ganar, y de qué manera. Cuando su hermano sale de la cárcel está recuperado, pero nadie se fía de él. ¿Volverá a las drogas? ¿Podrá entrenar al estilo de Dicky pero con el control de su novia? ¿Conseguirá el título que desperdició su hermano? Hombre ¡Pues claro!
En cuanto al reparto voy a dejarme la joya de la corona para el final. El que tiene menos gancho, por usar un término pugilístico, es Mark Wahlberg, protagonista, productor e impulsor de la idea de realizar esta película debido a la adoración que sentía por los hermanos boxeadores. Sobre su interpretación, bueno, no quiero ofender a su mayor fan, lector de este humilde blog, así que me limitaré a decir que el resto son tan buenos que no le dejan brillar. Y es que realmente el reparto es increíble. Melissa Leo es la autoritaria madre y su interpretación ya ha merecido un Globo de Oro, de momento… Amy Adams es la novia que consigue hacer entrar en razón a Micky. Las hermanas parecen sacadas de Me Llamo Earl y eso hace que cada vez que salen en pantalla prestes aun más atención. Increíbles creedme. Jack McGee es el padre de los chicos y, gracias al yugo al que le somete su mujer, te encariñas con él desde el primer momento. El policía que hace de sparring supliendo las ausencias de Dicky es realmente él mismo, Mickey O’Keefe se interpreta a sí mismo para dar aun más realismo a la trama. Y, como he prometido, el postre. Dicky es Christian Bale, ganador también del Globo de Oro por esta interpretación. Cuando se lo dieron, no me sentó bien por el hecho de que se lo estaba quitando a Geoffrey Rush por su impecable interpretación en El Discurso del Rey, pero ahora que he visto esta… Christian Bale se merece que le den hasta la Copa Davis si hace falta. Ya no solo por haberse transformado físicamente una vez más, si no porque los detalles y matices que llenan su interpretación hacen que cuando en los títulos de crédito salen los protagonistas reales, solo necesitas un segundo para identificar a Dicky. Bale siempre está impresionante, pero esta vez, él es la película. Sin su interpretación esta sería una más, con buenos detalles sí, pero nada más. Está nominado al Oscar a mejor secundario, ya veremos quién gana esta vez pero sintiéndolo mucho por el australiano, esta vez tengo que ir con el niño de El Imperio del Sol.
Como secuencia clave de la película me quedo con la inicial, después de una presentación en un sofá, se ve a Wahlberg asfaltando una calle con Bale incordiándole. Entonces en un giro de cámara vemos que los reporteros de HBO están rodando el documental sobre el crack y rápidamente la imagen se aleja de la escena mientras los boxeadores juguetean. El siguiente plano continua con la misma canción y se ve a los protagonistas pasear por su barrio seguidos por las cámaras y aclamados por sus vecinos como héroes. Épico.
Al ser una historia contemporánea, he encontrado muchos enlaces de documentos reales que recomiendo a los que hayan disfrutado de la peli:
El documental High on Crack Street: Lost in Lowell podéis verlo en este enlace. Es el reportaje real que rueda HBO sobre el abuso de las drogas en Lowell y en el que Dicky es uno de los tres protagonistas. Merece la pena verlo si queréis ver a la madre en acción.
Momento en el que Dicky tumba a Sugar Ray Leonard. Si se tropieza o no, os lo dejo a vosotros…
Victoria de Micky sobre Sanchez después de 7 asaltos recibiendo. Increíble.
Vicktoria de Micky sobre Shea Neary por el título en su primer combate fuera de EEUU.
Además de esto, Youtube está lleno de videos de Micky peleando y de Dicky diciendo que la película le ha gustado mucho y que ya no se mete nada.
Aquí tenéis el tráiler. Creo que es la mejor peli de boxeo que veo desde Toro Salvaje. Os gustará si os gustan las pelis sobre el ring bien hechas. Un 8'75.
Un 9??? un miserable 9???
ResponderEliminarMark Walhberg no es mal actor, esque el no actua, es simplemente asi de duro