Segundo largometraje de Debra Granik tras la poco conocida Down to the Bone. La fotografía es igual de gélida que el tiempo que sufren los protagonistas lo que impregna toda la trama de cierto regusto poético. Todos los aspectos de esta película, parecen centrarse en demostrar que la belleza y el dolor están unidos. Cuanto más sufre la protagonista, más extraño y atrayente es el paraje que adorna la escena. La simpleza y crudeza de la trama junto con los aspectos que acabo de comentar, hacen que la película sea demasiado independiente para el cine comercial. Por otro lado, el argumento está claro desde el principio. Cada acción queda expuesta de manera obvia y sin tapujos. La dificultad para mantener a tu familia y llevar a cabo otras actividades imposibles a la vez es algo que siempre vende. Por eso la película es demasiado comercial para ser cine independiente. Además, que todos en el reparto tengan cara de paletos pero que la protagonista sea atractiva es el mejor ejemplo para demostrar que la película está justo en el límite de las películas de autor y un simple blockbuster con trasfondo social. Ideal para triunfar en Sundance, como ocurrió.
El argumento nos cuenta como Ree, una joven de una aldea montañosa, malvive intentando sacar adelante a sus dos hermanos pequeños y a su madre que parece haber perdido todo contacto con el mundo real. Para complicar la situación, su padre parece que no se presenta en un juicio que tiene pendiente y la casa donde viven los chicos era su aval. Desde ese momento, Ree debe seguir con su dura tarea mientras intenta encontrar a su padre para que se presente al juicio o, de lo contrario, en unas semanas estarán en la calle. Todo parece indicar que la desaparición de su padre se debe más a una venganza sangrienta que a una huida apresurada así que realmente lo que busca es su cuerpo. Claro, esto es un problema para el asesino.
Teardrop, el tío siniestro |
John Hawkes es Teardrop, tío de la chica y hermano del desaparecido. La intensidad de su interpretación es increíble. El resto lo forma un reparto tan desconocido como perfecto cada uno para cada papel. Es la américa profunda y todo el cast parece estar mascando tabaco y escupiendo en orinales todo el rato.
Hay muchas escenas interesantes. Una de las mejores es la visita a la rifa de ganado de la prota en busca del patriarca de la zona. Los planos parecen reales y de hecho supongo que en esta escena muchos lo son. El momento en el que los niños pequeños colocan diferentes botes y vasos en un tronco para que su hermana mayor les enseñe a disparar también es extrañamente bello.
En definitiva una historia simple y curiosa, un reparto cuidadosamente seleccionado y una fotografía a la altura, el problema es que no hay mucho más. ¿Merece estar nominada como una de las diez mejores películas del año? No para mi.
Aquí tenéis el tráiler. Os gustará si os apetece ver una mezcla de Cold Mountain, Brokeback Mountain y La Noche del Cazador. Un 7.
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