12/3/11

Torrente 4: Lethal Crisis

Hoy he visto Torrente 4: Lethal Crisis, una de pedos, tetas y culos. Y Cañita.

El título sigo sin entenderlo
Santiago Segura se lanza al 3D en la cuarta y última, que no final, aventura del poli churretoso. Formalmente hay un poco de todo, incluidas escenas de acción trepidantes y la persecución por tejados más chorra de la historia del cine. Algunos planos terminan de un modo bastante extraño, como alargados para una broma final que no llega a ocurrir. Pero bueno, eso la verdad es que importa poco.

La historia no nos cuenta nada. Eso es a mi parecer lo mejor de la película. Podríamos decir que Torrente va por la vida como puede y un día le pillan en una de las suyas y tiene que seguir malviviendo en la cárcel, de donde se consigue escapar, y poco más. Eso es hora y cuarto de película, lo mejor. Los últimos veinte minutos aparece un argumento que solo se vislumbraba al fondo y se intenta cerrar la historia consiguiendo solo bajar el nivel al que estaba quedando todo. Pero bueno para entonces ya has amortizado la entrada y al final hay un homenaje al Fary Jackson muy chulo.

David Fernández inmenso
Torrente 3: El Protector fue un fiasco porque pretendía durante toda la película lo que intentan al final de esta, que todo tenga una trama complicada, pero con el reparto y las características del protagonista eso no se puede hacer. Por eso es tan buena Torrente: El Brazo Tonto de la Ley, porque básicamente es ver a un gañan paseando por su barrio. Torrente 2: Misión en Marbella si conseguía dotar de una trama interesante a las chorradas, pero estas seguían siendo protagonistas. Aquí vemos más exagerado que nunca el formato tipo sketch que se sucede uno detrás de otro y la verdad es que es lo que realmente pide el universo que ha creado Segura. Torrente es más como un Mr. Bean chusco, y ni siquiera el inglés hace gracia cuando le ponen trama en una película, es mejor verle simplemente paseando, descubriendo el mundo y ver sus reacciones con cada cosa que se encuentra. Segura parece haber vuelto a esa idea y creo que la gente va a agradecerlo.
La tríada de Micerinos
El otro gran filón son los cameos. Las tres anteriores contaban con numerosísimos amiguetes invitados pero en esta simplemente no da tiempo a ver a todo el mundo. Unos con más gracia que otros, van poblando cada plano de bromas que solo los más informados entenderán. Los que vean mucho la tele lo tienen más fácil. La verdad es que lo mejor de la mayoría de estas colaboraciones es que cada uno sale riéndose de sí mismo en cierto modo. Por poner un ejemplo, la película empieza con María Patiño haciendo un reportaje y siendo golpeada por un cámara desapareciendo de plano. Solo con esto, Segura ya se ganó el cariño de los dos sectores, del fan de la prensa del corazón por sacar a la reportera y de los que odian ese mundillo por ver golpeada y silenciada a una de las más cansinas. Y es que en definitiva, Santiago Segura es el más listo de lo que piensan muchos.

Mientras unos critican que todo lo que incluye está pensado solo para la promoción de sus películas y otros dedican horas de programación a rellenar hablando de quien sale y quien no, él pone a Belén Esteban y al final hace que caiga por el hueco de una escalera. Publicidad y reconocimiento de ambos lados. Que lo intente otro.

Faneger
Por otro lado están los que dicen sentir vergüenza por la mugre y obscenidad de la película. Es cierto, la peli no puede ser más cochina y si no soportas estas bromas, no la veas. Pero lo que jamás entenderé son las sentencias de algunos críticos que lapidan la película solamente por el aspecto estético pero luego reconocen series como Little Britain como el humor más inteligente del momento. Para el que no conozca Little Brittain, serie que idolatro, aquí va un ejemplo. Os aseguro que lo que acabáis de ver es la comedia mejor valorada de los últimos años por críticos españoles gafapasta. Para todos esos, Torrente, debajo de la suciedad y guarrería, excesiva para mi gusto, esconde una comedia muy pensada y algunos gags simplemente geniales. De hecho, el que de Torrente solo se queda con las pajillas y demás chorradas, no disfruta del resto de pullitas sociales que inundan la película.

En cuanto al reparto, de Santiago Segura no se puede hablar porque hace de Torrente y le sale muy bien, nadie va a negarlo. Kiko Rivera es Rin Rin, su compinche atontolinado y fiestero. La verdad es que dentro de lo repugnante de su entorno, Kiko resulta hasta tierno. Tony Leblanc vuelve a salir y está inmenso como siempre. Yon González es la gran sorpresa de la película, sus intervenciones son realmente intensas y divertidas.

Tony Leblanc sigue liandola
De las decenas de cameos debo señalar como imprescindibles a Buenafuente, Flo, Pablo Motos, Agüero, Carlos Areces, Barragán,  El Langui y David Fernández. Pero la palma de oro es para el dúo formado por John Cobra y el Batu, José Mota y su momento Blasa, Paco Collado aberronchandose en la cárcel y por encima de todos Cañita Brava. “Torrente, me debes seis mil pesetas de wishky” y “Torrente, nunca te olvidaremos” son dos frases que pasan de no ser nada a serlo todo si te las dice Cañita.

En el otro extremo, el de cameo triste, está en tercer lugar Bisbal, por ralentizar una escena y no apetecer, en segundo puesto Belén Esteban, por agobiar a todo el que la ve porque se nota el esfuerzo interpretativo que está haciendo, y en el número uno el cantante Francisco, que hace de villano y hasta le han tenido que doblar la voz porque el original debía ser aun peor. Que vuelva Spinelli

Aquí el tráiler-videoclip. El 3D está muy bien pero sigue costando 3€ más. Si os gustaron la primera y segunda, vais a volver a reíros. Si todo esto os parece ofensivo, id a ver otra que hay muchas y todos en paz. Un 7.

2 comentarios:

  1. Jajaja -0,5
    sii
    Spinelli.. jajaja

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  2. Cuando leo tus comentarios me dan ganas de ir a ver la peli, pero no pienso picar. Me gustan tus críticas y me tientan, pero ni de coña. Será una guarrada, como siempre. Por muy inteligente que sea, lo que huele mal es desagradable.
    Me quedo con lo de entrar a ver otra.

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