Invasión a la Tierra (Battle: Los Angeles)

Hoy he visto Invasión a la Tierra (Battle: Los Angeles), una de marines patriotas, civiles patriotas y alienígenas. Patriotas también.

No recuerdo ningún surfista

Jonathan Liebesman dirige esta película intentando emular a Michael Bay. El problema es que los movimientos de cámara que dinamizaban la acción de Dos Policías Rebeldes y que daban realismo en La Isla, Liebesman los utiliza para marear e insinuar acción que solo notas por los sonidos de explosiones. Más de la mitad de los planos de esta película los ha rodado alguien con mucha prisa, esa es la sensación con la que te quedas. En vez se sumergirte en la tensión del momento, desconcentra y solo quieres salir de sala para descansar un rato. Es el problema de abusar de esta técnica, que al final consigues lo contrario de lo que te propones.

El argumento es muy complejo: vienen unos aliens y destruyen el mundo pero en Los Angeles quedan unos marines, que tienen como misión rescatar a cuatro civiles, y destruyen el control de mandos extraterrestre.

Vale, pensareis que con el mundo patas arriba y la humanidad entera muriendo, mandar a unos marines a un punto del conflicto para rescatar a cuatro civiles es un poco absurdo, y más si no tienen donde llevarlos porque desde el principio te muestran que realmente los alienígenas arrasan por donde pasan. Pero de verdad, ese no es el mayor problema de la película, hay cosas mucho peores.

Qué tipos los marines

Los diálogos son dignos de James Cameron. Tienen de todo para hacer que esta película sea de las favoritas de Roland Emmerich, el alemán más americano del mundo. Arenga a los marines desconfiados, actos heroicos suicidas, saludos a la bandera, carta post mortem a la esposa, conversación con la tumba de un hermano caído, conflicto entre compañeros que termina en una sólida amistad… ah, y Michelle Rodriguez que no se pierde una.

Además de la Rodriguez, que hace de ella misma como en A Todo Gas, S.W.A.T.: Los Hombres de Harrelson, Avatar, Machete y muchas otras, tenemos a Aaron Eckhart haciendo de sargento que se retira justo el día de la invasión. Si fuese norteamericano jamás me jubilaría, la semana de antes si no somos atacados por marcianos, me mataría un capo colombiano y moriría en los brazos de algún compañero mientras le digo que cuide a los niños. Puede que sea porque Aaron Eckhart me cae bien desde Gracias por Fumar o por ser Harvey Dent en El Caballero Oscuro, pero le noto desganado toda la película, como queriendo mostrarnos que hasta él sabe que solo lo hace para comprarse otro coche.

Otro día en Los Angeles

Además del prota, hay un montón de actores desconocidos que deambulan sin rumbo diciendo frases súper ingeniosas como “dile a mi mujer que la quiero”, “puede que tenga más experiencia sargento pero estos son mis hombres” o “¿Sabes usar un arma?” a lo que Michelle responde “Con el debido respeto señor, no estoy aquí por mi cara bonita”. Realmente creo que James Cameron ayudó a escribir esto.

El diseño en sí de los aliens es simple y aburrido, solo la formación de sus aeronaves es un poco interesante. El resto, a parte de no verse claro nunca debido al horrible movimiento de cámara, es facilón y mil veces usado.

No quiero seguir molestando con ejemplos pero es que según escribo voy recordando algunas de las chorradas que inundan esta cosa que acabo de ver y no puedo seleccionar la más ridícula. De entre los típicos me he dejado que uno de los reclutas se despide de su mujer que está embarazada de nueve meses y otro prepara su boda. Cada uno tiene una historia preciosa que dejar atrás para intentar dotar de humanidad a unos personajes que son menos creíbles que el pelo de Nicolas Cage.

Estos son los bichos en cuestión

Aquí tenéis el tráiler. Vedla si os gustó Skyline, pero por favor, no me habléis. Si queréis disfrutar de una buena peli de bichos espaciales, Alien - El Octavo Pasajero, La Guerra de los Mundos o District 9. Un 4.