El Último Exorcismo (The Last Exorcism)

Hoy he visto El Último Exorcismo (The Last Exorcism), una de cámara en mano, predicadores descreídos y granjeros locos.

¿Spiderman? no, ¡Satán!

Daniel Stamm dirige la peli de exorcismos de este mes. Que se llame El Último Exorcismo supongo que hace referencia a que es la más actual, por que la última desde luego no va a ser. Stamm une esta moda con otra corriente muy usada últimamente como es la cámara en mano. Si se sigue usando demasiado van a hacer que el público lo aborrezca pero de momento el resultado es por lo menos interesante pese no llega al nivel de Paranormal Activity o las geniales [Rec] y [Rec]2.

La propuesta es más interesante de lo que pueda parecer en un primer momento. La trama nos cuenta como un predicador evangélico ha perdido la Fe. Pertenece a una familia de exorcistas y él mismo ha practicado ritos durante años sin creerse del todo el poder oculto tras ellos. Dos reporteros filman lo que pretende ser un último exorcismo para demostrar que es el endemoniado el que crea su condición, ayudado eso sí por trucos de ilusionista creados por el pastor. Pero claro, la cosa se tuerce cuando la niña en cuestión muestra más signos de los que el prota está acostumbrado a ver. La sugestión de la mente es poderosa pero, ¿hasta qué punto?

El pastor revisando el cortinaje

Patrick Fabian encabeza el reparto formado por artistas absolutamente desconocidos quitando quizá el padre de la niña, Louis Herthum. Ashley Bell es la poseída y hace un gran trabajo pese a que desconcentra pensar que se supone tiene quince años mientras ves a una actriz que aparenta sus veinticinco sin demasiado disimulo.

Pepe, a la nena le pasa algo

La película podría llegar casi al 8 pero me veo en la obligación de bajar su nota por los últimos tres minutos, una lástima. Creo además que la culpa es del productor Eli Roth, que aunque me cae bien por ser amigo de Tarantino no parece terminar de ordenar su cabeza y la cagada final tiene su sello. Por eso os invito a que cuando el prota se va con su camioneta satisfecho por el trabajo bien realizado pero pensativo, abandonéis la sala (o apaguéis el ordenador que sois todos unos ladrones) en el momento en que decida dar media vuelta. Solo os perderéis unos escasos tres minutos pero suponen un giro total en la intención de la película y una caída en picado al baúl de las pelis mierders.

Aquí el tráiler. La más interesante de las pelis demoníacas actuales junto con La Posesión de Emma Evans que, como esta, pierde un poco el rumbo en sus últimos minutos. 6’5.