Hoy he visto
Los Pitufos (The Smurfs), una versión de
Avatar mejorada y más compleja e inteligente. Y pequeña.
La película es decididamente infantil y pese a contener un par de chistes que sus mayores fans solo entenderán dentro de unos doce años, son los niños los que de verdad van a disfrutar. La razón de que yo también me haya reído es por que me gustan los porrazos. No recuerdo si el pobre Gargamel lo pasaba tan mal en los dibujos pero es que en la peli no para de ser atropellado, aporreado, vapuleado, ensuciado y, en definitiva, humillado. Pero el tío es constante y no ceja en su empeño de raptar a los enanos azules.
El argumento nos cuenta como Gargamel la lía en una pitu-fiesta. Los aldeanos salen corriendo y unos pocos (Papá, Filósofo, Torpe, Valiente, Enfadado y Pitufina) se pierden en el pitu-bosque y van a dar con un pitu-vórtice-espacio-temporal y terminan en Nueva York. Allí intentarán volver a su mundo mientras les persigue Gargamel que en un arrebato de odio se ha lanzado también al pitu-agujero de gusano.
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Solo quiere que alguien le ayude... a matar pitufos |
Si algo queda claro después de ver
Donnie Darko es la filosofía y drama moral que esconde la figura de los pitufos. Esta vez se han centrado más en demostrar qué mueve la voluntad de Gargamel. Realmente odia a los pitufos pero ni él sabe por qué. Su más que demostrado desacierto a la hora de capturarlos no le impide seguir esforzándose pero aquí se nos muestra a ratos meditabundo y reflexivo. Por momentos, hasta él se percata de lo enfermizo de su obsesión y pretende cambiar pero, es oler a pitufo y volverse loco. Gargamel, un hombre que disfruta de las pequeñas cosas de la vida, que podría ser el mejor hechicero de Nueva York y hacerse un nombre gracias a su ingenio, lo hecha todo a perder por su maldita adicción a los
navi originales. Él mismo lo sabe y quiere cambiar pero el mundo en el que vivimos es tan hostil que casi le fuerza a no recuperarse. Nadie le presta ayuda así que el sabio mago recae una y otra vez pese a saber que un día de estos le costará la vida.
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Pitufina y Valiente en la escena más sensual |
En definitiva una tontada de peli pero solo por la broma del pitufo Pasivo-Depresivo y por la veintena de accidentes mortales de necesidad que sufre el malo merece la pena. La calidad de sus efectos digitales es innegable aunque pase desapercibida por su condición de peli para nenes.
Si tenéis hijos, sobrinos, nietos, perros pequeños o marionetas, no dudéis y llevadlos al cine. Si no, poneos una gabardina y unas gafas oscuras y decid con voz misteriosa: Una para
Los Pitufos por favor. Pasillo. No no, en 2D.
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