Hoy he visto
Somewhere, una sobre la soledad del éxito y los problemas paterno filiales del mismo.
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El León de Oro se lo dio Tarantino... |
Sofia Coppola podía estar enchufada por su padre y ayudada por todo el clan
Coppola que se dedica al mundo del cine. Aun así, a nadie le cabe duda de que el éxito que tiene se lo ha ganado ella solita.
Somewhere es una vuelta a la sinceridad y simplicidad después de la sobrecargada
María Antonieta. Los planos pausados, el silencio y los personajes solitarios y arrastrados por la corriente vuelven a tener todo el protagonismo.
El argumento nos cuenta el día a día de Johnny Marco, una estrella de Hollywood que vive un momento muy bueno en su carrera. No le falta dinero ni eventos y proyectos en los que aparecer. Vive en el famoso hotel
Chateau Marmont donde las fiestas y las visitas son continuas. El problema es que está solo, perdido y aburrido. Se deja llevar por el día a día y por el sueño que parece perseguirle a todas horas. Todo esto se le plantea de forma más clara cuando su hija se muda a su casa para pasar una temporada indefinida. Cleo tiene once años y adora a su padre pero este ha estado demasiado ausente en su vida como para que exista una relación completa.
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Melancólico y cansado Dorff |
Stephen Dorff interpreta genialmente al protagonista y su cara de hastío hace difícil no pensar que el actor no esté pasando por un momento similar.
Elle Fanning, también en cartel con
Super 8, realiza un trabajo perfecto. Cada escena en la que están juntos el padre y la hija es emotiva, sincera y visual. Con poco dialogo y buenos actores se puede decir mucho y las miradas de
Elle Fanning lo dicen todo. Con ellos está
Chris Pontius, sí ese
Chris Pontius, y la verdad es que está muy bien. Básicamente porque
Sofia Coppola lo eligió para que improvisase frases y situaciones para ver una reacción real en
Elle Fanning y desde luego su relación está muy conseguida. Las escenas en las que se cuentan batallitas y juegan a la Wii son geniales.
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Genial Fanning, hasta hace sudokus |
Las Vírgenes Suicidas era intima, bella y fácil de ver pese a su contenido.
Lost in Translation era poesía pura y una película increíble aunque a parte del público no le pudiese llegar.
María Antonieta era visualmente impactante, más compleja formalmente aunque no tanto en su contenido.
Somewhere vuelve a ser sencilla y, no siendo tan perfecta como
Lost in Translation, sí tiene la misma sinceridad. La temática es parecida, lo que pasa es que ahora el prota juega en casa. Aun así se siente tan perdido como
Bob Harris en un Tokio extraño y complicado. Aquí Johnny Marco conoce a todo el mundo, sabe cómo llegar a todas partes y parece hablar el mismo idioma que los que le rodean pero, aun así, no tiene ni idea de como seguir con su vida. Todo está encarrilado pero no está seguro de si esa es la vía por la que debe seguir. La aparición de su hija le dejará claro que algo tiene que cambiar pero no sabe si puede escapar de esa rutina de vacíos elogios y falsas riquezas.
En definitiva, una película simple por fuera pero compleja e interesante por dentro. Las miserias de la fama y la soledad de los que están rodeados por multitudes vuelven a ser expuestas. Aun así, lo siento, me quedo con
Bill Murray,
Tokio y
Scarlett.
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Pontius se pone serio. Bueno, más o menos... |
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