Hoy he visto
Melancolía (Melancholia), una increíble historia sobre la tristeza tras la felicidad y la felicidad tras la tristeza.
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Cartel homenaje a Ofelia de Millais |
Da igual las chorradas que diga
Lars von Trier. No me importa que le echen de Cannes para siempre, que se crea el mejor director de la historia, que termine tarifando con todas sus actrices o que llame la atención con frases que no se cree ni él para salir en las portadas. Todo eso me da igual si luego presenta una preciosidad como
Melancolía.
Desde el prólogo a modo de arte a cámara lenta hasta el majestuoso final, el director danés pretende hacer una poesía visual incluyendo algunos excesos argumentales a los que es tan aficionado. El tono oscuro y frío de la película impregna de la melancolía omnipresente a toda la cinta. El ritmo es el necesario, es decir, lento. Hay que saber que vas a ver una película poética para poder disfrutarla. Lo digo porque sigo sorprendido por la gente que se salía de ver
El Árbol de la Vida, ¿qué esperaban?. Por cierto, pese a su exceso de protagonismo y exabruptos con la prensa, creo que
Lars von Trier es un director infinitamente superior a
Terrence Malick en cuanto a originalidad e impacto visual. Unos se ganan la fama hablando alto, otros trabajando poco.
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El día más feliz... |
La película comienza con un prólogo con pinturas/fotografías en movimiento donde vemos el fin del mundo causado por el choque con un planeta. Después el argumento se divide en dos partes. El la primera Justine se va a casar. Parece contenta pero pronto vemos que no todo es como parece. Una creciente tristeza inunda su alma y no puede evitarlo. Su hermana, Claire, intenta que todo salga bien en la fiesta ya que se celebra en su enorme mansión pero todo parece imposible ante la poca voluntad de la novia. Según pasa la noche los enfrentamientos se hacen cada vez más continuos y la tensión entre los miembros de la familia es insostenible. Por si fuera poco, una inquietante nueva estrella brilla en el cielo.
La segunda parte de la película se presenta en el mismo escenario, la mansión de Claire, pero esta vez se centra en ella. Su hermana Justine vive ahora allí ya que no puede valerse por sí misma debido a su profunda depresión. La extraña estrella que brillaba en el cielo se ha convertido en un inmenso planeta, llamado Melancolía, que avanza hacia la tierra y los científicos no terminan de tener claro si chocará o pasará de largo.
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Hermanas hasta el fin de los días |
Kirsten Dunst es Justine y está simplemente increíble. La extraña depresión con la que carga toda la película se va transformado como el planeta que amenaza la existencia de la vida en la tierra. La melancolía reinante en su alma y en el cielo es tal que en ocasiones puede ser feliz, aunque solo sea durante un rato. Por su mejor actuación hasta la fecha
Kirsten recibió en Cannes su merecido reconocimiento.
Charlotte Gainsbourg no se queda atrás e interpreta a Claire, la hermana organizadora de Justine con la que poco a poco acabará intercambiando sus roles de paciente y cuidadora.
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Algo brilla en el cielo |
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Nieve repentina |
La melancolía es la felicidad en la tristeza o la tristeza en la felicidad. Las protagonistas intentan desesperadamente ser felices y no consiguen más que lo contrario. El planeta que aparece en el horizonte sufre un proceso similar, intenta chocarse contra la tierra pero puede que pase de largo. Es entonces cuando las protagonistas son felices, en mitad de la tristeza, justo cuando las caprichosas orbitas planetarias bailan con mortal agonía.
La música clásica elegida como banda sonora no es tan potente como las imágenes a las que acompaña. Igual que digo que esta película me parece argumentalmente superior a
El Árbol de la Vida, también reconozco que la compilación de clásicos de
Malick te dejaba clavado a la butaca, cosa que
von Trier no termina de conseguir al elegir piezas más monótonas y menos trascendentales.
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Algo nuevo ahí arriba |
Aun así, solo por los primeros seis minutos merece la pena ver esta película. Si con todo esto no se decide, oh cándido lector, espere al primer acto, el más impactante y acertado. Si aun así no siente nada, espere a encontrarse con Melancolía en el segundo acto, la melancolía en su estado más puro. Todo es tan triste que la alegría puede ser infinita.
Como dato curioso,
Penélope Cruz sale acreditada en los agradecimientos del director. Raudo y veloz me puse a investigar y encontré que la actriz madrileña propuso al director danés adaptar
The Maids de
Christopher Miles. Parece que de algún modo
von Trier usó de referencia esa película para su guión y pensó en
Penélope para interpretar a la protagonista. El caso es que no pudo porque le salió otro papelito en
Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas. Espero que la pasta compense el perderse el que hubiese sido el trabajo más interesante de su carrera.
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Inmensa Kirsten Dunst |