El Profesor, un título que ni invita |
El peculiar Tony Kaye es el encargado de dirigir esta
historia guionizada por el primerizo Carl Lund. Kaye, que se hizo un nombre
gracias a American History X, demuestra en El Profesor un estilo limpio, cuidado y personal. La amalgama de personajes secundarios y sus micro
relatos hacen que conozcamos el escenario en profundidad.
La trama principal se centra en un profesor sustituto que
vaga de un centro a otro para no permitirse encariñarse con nadie. Su último
trabajo le permite tratar con una clase especialmente problemática en un
instituto al que el sistema parece estar dando la espalda. Además ha conocido a
una niña que trabaja en la calle y a la que no puede evitar ayudar.
La friki que hace fotos |
Adrien Brody alterna con todo tipo de cine e interpretaciones. En esta ocasión, tocándole
película pequeña pero interesante, Brody se recrea en su personaje y borda un
papel que hace propio.
Sami Gayle, con dieciséis añitos, es el relevo perfecto para
la Jodie Foster de Taxi Driver. Su personaje, duro pero emocional, podría
suponer una complicación en la trama principal y ralentizar la historia pero al
final consigue lo contrario, el interés casi se centra más en sus escenas y
supone un aliciente para recomendar la película.
Ay la Hendricks... |
Marcia Gay Harden, James Caan, Christina Hendricks, Lucy Liu, Blythe Danner y por supuesto Bryan Cranston que no se pierde una, conforman parte del mimado reparto. Si eres fan
de cualquiera de estos interpretes piensa que todos salen poco pero tienen su
momento. James Caan y Lucy Liu están especialmente bien.
En cuanto a los alumnos destacar a Betty Kaye como sufrida
freak con sobrepeso en una clase donde todos son matones de barrio y golfas poligoneras.
Lucy Liu no da a basto |
El protagonista se deja llevar por la vida. Su turbio
pasado, más de lo que él mismo quiere pensar, le ha empujado a no acercarse a
nadie. Limita su tiempo para no sentir apego ni siquiera por sus alumnos, los
cuales maneja como nadie gracias a una cualidad sobrehumana para captar la
atención de los jóvenes. Así, vemos al personaje de Brody vagar por la calle
dejándose llevar. Observando todo lo que otros no quieren ver y comprendiendo
que a él tampoco puede verle nadie. Bueno, casi.
El descarado poso pesimista que puede dejar esta película
viene adornado por un momento onírico justo antes de que suene el timbre y
salgamos de clase. En ese momento, cuando abandonas la sala de cine, te das
cuenta de que realmente Adrien Brody ha sido tu profesor durante hora y media y
le has prestado atención. Puede que no tengas una sonrisa en la cara pero es
que eso a Tony Kaye le da igual, él lo que quiere es que sientas algo y, en
mayor o menor medida, lo consigue.
Taxi Teacher |
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