Hoy he visto
Invasor, una de volver de la guerra y
encontrarse con los malvados agentes del gobierno.
Nueva película de
Daniel Calparsoro tras su periplo por la
televisión. Parece que el catalán no ha perdido su tacto para la acción y el género bélico. El problema es que tampoco ha cambiado su gusto por
elegir guiones absurdos y exagerar la realidad hasta límites caricaturescos
La trama nos cuenta el regreso a casa de dos soldados
españoles tras una misión en Irak. Unos misteriosos agentes del gobierno, con
sombrero y gabardina, obligan a los excombatientes a firmar un pacto de
silencio ya que hay alguna irregularidad entre lo que pasó y la historia
oficial. Cuando uno de ellos se niega, empieza una persecución sin sentido.
Alberto Ammann, que para mi fue el único punto flaco de la
genial
Celda 211, interpreta a un convincente protagonista, cuando el
guión se lo permite claro.
Ammann supera el siempre presente problema de
dicción y volumen del cine patrio y hace una pareja creíble con
Antonio de la Torre, perfecto en su papel de tipo consecuente que prefiere ahogar sus penas.
Inma Cuesta, que vuelve a hacer de madre de
Sofía Oria tras
Blancanieves, y
Karra Elejalde podrían estar muy bien
pero el guión ningunea a la primera y ridiculiza al segundo con un papel de
villano de novela malota. Pero voy a ser sincero, a mi lo que me
duele es que sale
Luis Zahera y el pobre tiene una frase.
|
Un mal día para que te sangre la nariz |
Y es que el principal problema de
Invasor es su inestable
guión.
Calparsoro nos sitúa en un Irak realista y duro en las secuencias
bélicas, lo mejor de la película sin duda, y en un supuesto drama familiar en la
vuelta a casa. Por eso no se entiende que el libreto de
Javier Gullón y
Jorge Arenillas juegue a otra cosa y proponga algo tan deliberadamente exagerado y falso. Y no digo que no existan los trapos sucios, pero todas las
situaciones de “limpieza de alcantarillado” que se presentan, tienen peor
remedio que enfermedad.
Por si no fuese suficiente con contar una historia poco creíble
y llena de lagunas, la narración principal se interrumpe en tres ocasiones para
mostrar a un secundario que nada tiene que ver en la historia en un principio y
nada tiene que ver al final. Esto se remata haciendo que el joven del que
hablo, sediento de sangre y ansioso por volver a la guerra, salga jugando a
videojuegos violentos. Estas críticas gratuitas me sacan de los nervios, ya se
olía algo de esto en
Guerreros cuando uno de los protas saciaba su furia
jugando al
Commandos 2 en una supuesta
Nintendo 64. Parece que a
Calparsoro no
le van estas cosas.
Pero no me quiero meter con el director, técnicamente la
película es más que correcta. Las secuencias en Irak son verosímiles, realmente tensas y la persecución final podría ser peor. Es verdad que el
momento de correr durante kilómetros uno detrás de otro no tiene sentido, y
menos cuando el guión no presenta ninguna excusa para que el malo quiera
pillar al bueno, pero al menos está bien rodada. Aquí el que no se consuela es
porque no quiere.
En conclusión, una película técnicamente buenísima que
necesita una historia que contar. Alguien debería reescribir el guión y doblar
la película para hacer que el bueno tenga en su poder, desde el principio, algo
que quieran los malvados títeres del gobierno. Así todo sería igual de exagerado pero al menos tendría
un poco de sentido.
Aquí el
tráiler. Al que diga que existen casos como este, a
Assange o al pobre
Bradley Manning nadie los persiguió, secuestró o amenazó con muertes de familiares antes de saber que tenían alguna información en su poder. Si queréis ver una historia realmente dura
sobre la vuelta a casa de hombres psicológicamente destrozados,
Redacted de
Brian De Palma es vuestra peli. Un 6.
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