Hoy he visto
Gru 2, Mi Villano Favorito (Despicable Me 2),
una de malos buenos, malos malos y minions, muchos minions.
La trama nos cuenta cómo Gru ha conseguido reformarse y vive
plácidamente con sus tres niñas. En su guarida subterránea, junto con el ejercito
de minions, el Dr. Nefario hace mermeladas de sabores malotes. Su
apacible existencia se verá interrumpida cuando una sociedad secreta de lucha
contra los villanos pide su ayuda para encontrar a uno particularmente
peligroso.
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La nueva lianta |
Steve Carell vuelve a ser el genial Gru en la versión
original y
Florentino Fernández en la española. Aunque me gusta el trabajo de
Flo como actor de doblaje en pelis como
Little Nicky,
Kung Fu Panda o
Hermanos por Pelotas, sigo pensando que no es el indicado para este papel. Lo mismo
ocurre con el nuevo personaje femenino protagonista que, mientras que en VO la
voz es de
Kristen Wiig, en castellano experimentan con
Patricia Conde. Y digo lo mismo, a mi
la
Patri me cae muy bien y siempre me ha hecho mucha gracia, pero aquí resulta
incluso algo insoportable. Ya sea por culpa de estos errores de reparto o por
mi devoción tanto a
Carell como a
Kristen Wiig, el caso es que
recomiendo la versión original aun sin haber podido verla yo en este momento.
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Minion chacha molona |
Al ser una secuela, es imposible no hacer una comparación
con la primera parte. En este sentido,
Gru 2, Mi Villano Favorito pierde
bastante. No solo por la frescura que una película continuista está obligada a
dejarse en el camino, si no por un argumento flojo que no convence por su
falta de rotundidad. Un lio amoroso no demasiado necesario y una crisis de
paternidad poco interesante lastran una trama principal que tampoco es mucho
más que atrapar a un malo.
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Todo por sus nenas |
Por otra parte, conserva un grandes aciertos de la primera, los personajes carismáticos con un punto tierno y absolutamente divertidos. Gru,
aunque menos ácido, sigue siendo ese tipo borde con los extraños y
entrañable con sus hijas. Margo, Edith y Agnes vuelven a esquivar la maldición
de los personajes infantiles pesados aun adornando todo con la dulzura de la
más pequeña. La nueva incorporación, la desastrosa espía Lucy, no termina de
convencer pero, como ya he dicho, tengo la sensación de que el personaje se
adaptará mejor cuando lo escuche con la voz de
Kristen Wiig.
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El Dr. Nefario se despide con honores |
Y los minions claro, qué maravilla. Nunca unos secundarios
cómicos de animación, esos ideados para agradar a los niños y que compren
muñecos, han funcionado tan bien para los adultos. Son la verdadera fuerza
cómica de la película y en productora lo saben. Puede que por eso preparen una
película solo para ellos,
Minions, a estrenar en 2014 y que los transportará a
un mundo de imagen real. Seguramente sea un chasco, esto pasa cuando a un
genial secundario lo pones de protagonista, pero con estos tipos amarillos
nunca se sabe.
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El Macho haciendo su mayor machada |
En conclusión, una secuela globalmente más floja que la
original pero que incluye escenas geniales y gags de altísimo nivel. Al fin y
al cabo, es la primera película donde puedo disfrutar de un mexicano enorme
llamado
El Macho tirándose desde un avión montado sobre un tiburón blanco con mililes al interior de un volcán activo.
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