Hoy he visto
Star Trek: En la Oscuridad (Star Trek Into Darkness), una para frikis de la vieja escuela, de la nueva y demás
despistados.
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La que ha liado Sherlock |
J.J. Abram, ¡qué personaje! Es un tipo capaz de todo, lo
mismo te crea una serie tan exitosa e irregular como
Perdidos, que te remonta
una franquicia cadáver. Pelis
ochenteras de monstruos y niños,
Tom Cruise
repartiendo estopa y la industria a sus pies mientras los mortales nos peleamos
por no saber si es un genio o un plasta. Yo creo que tiene un poco de las dos
cosas, solo hay que ver lo bien que quedan los brillos en sus películas y lo
exagerado que termina siendo. Podemos esperar cualquier cosa de
Abrams, sobre
todo por su manía de juntarse con
Damon Lindelof, pero desde luego hay algo que
es innegable, es el único director que en su ficha de
IMDb puede poner, y de
manera consecutiva, Star Trek y Star Wars.
En 2009 se estrenó
Star Trek, reinicio de un universo que
tras 5 series diferentes de televisión y diez largometrajes de dudosa calidad,
parecía imposible retomar con éxito. El inteligente guión de
Alex Kurtzman y
Roberto Orci, la genial dirección de
J.J. Abrams y el acertadísimo reparto, hicieron las delicias de los fans de la saga y nos sumaron a muchos a sus filas
de adeptos. Era una película del espacio divertida, bien hecha, con personajes
interesantes y con una mezcla perfecta entre la novedad y el respeto por su
propia mitología. Gracias a una triquiñuela del guión no solo estamos ante un
reboot, si no que esta nueva versión convive en dimensiones paralelas con la ya
conocida y podemos disfrutar de
Leonard Nimoy con sus orejas de
pico para que los trekkies se sientan como en casa.
En esta segunda parte la cosa se complica. La novedad e
innovación de la primera ya no está tan presente. La excusa argumental viene de la película más valorada de la saga,
Star Trek II - La Ira de Khan, y pese a
que sus similitudes terminan en un personaje y un par de situaciones, todo
parece algo rutinario y centrado en las tres grandes escenas de acción de la película.
La trama nos cuenta cómo un despiadado terrorista asalta a
los altos mandos de la flota y huye a un planeta klingon. Pese al peligro que
supone entrar en sus dominios y provocar un conflicto diplomático, el Capitán
Kirk se la juega y decide perseguir y apresar al asesino. Según conozca a su
enemigo se irá dando cuenta de que no todo es lo que parece, algo aun más
peligroso parece esconderse detrás de las acciones terroristas del supuesto
villano.
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Simon Pegg necesita un Cornetto |
Repiten todos los miembros del reparto principal.
Chris Pine
sigue siendo el más soso aunque tampoco molesta en exceso.
Zoe Saldana,
Anton Yelchin y
John Cho están correctos pero son
Simon Pegg,
Karl Urban y, sobre
todo,
Zachary Quinto los que se vuelven a quedar con la película. Aquí se le
suma un villano interpretado por el excepcional
Benedict Cumberbatch que impone
con su sola presencia. Estoy deseando ver la película en versión original para
disfrutar de cada cruce de palabras entre
Quinto y
Cumberbatch, dos de los
interpreten más interesantes del momento.
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No sé qué narices estoy haciendo |
La banda sonora de
Michael Giacchino repite los aciertos de
la anterior y mezcla reminiscencias de la serie original con la impecable
sonoridad de un banda sonora actual.
Giacchino es de hecho el toque más
tenebroso de la película en ciertos momentos y, a la vez, el más alegre en otros.
El guión está firmado de nuevo por
Roberto Orci y
Alex Kurtzman pero, esta vez ha sido inevitable,
Damon Lindelof también a metido la
zarpa. Y como suele ser habitual cada vez de
Lindelof aparece como guionista me
voy a tomar la libertad de pensar que es el responsable de cada error de la
película. Este guión tiene varios puntos negros, como la extraña complejidad no
del todo explicada del pasado del personaje de
Cumberbatch e incluso de su pérfido plan.
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Será solo un pinchacito señor Holmes |
Además se abusa de la suerte de los protagonistas ya que la
película no es más que una colección de situaciones en las que salvan el
pellejo por puro capricho de los guionistas. Está mal en un personaje puramente
racional como Spock pero es que hasta en el valiente y arriesgado Kirk queda
exagerado.
Además el guión tiene escenas metidas con calzador y alguna
ayuda sonrojante para el espectador. Hay un momento absolutamente absurdo durante una intensísima charla entre Kirk y el villano. El Capitán mira a su
derecha y pregunta a Bones qué está haciendo para que este explique el deus ex
machina que veremos casi una hora después. La conversación prosigue con
intensidad retomada pero ese corte aclarativo está tan fuera de lugar que me
desconcentró varios minutos. A lo mejor justo en ese momento se aclaró el
malvado plan que nunca llegué a comprender y del que sí eché de menos una
escena en la que alguien me explicase qué estaba pasando.
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Qué agustito se está en Sevilla en agosto |
Este problema de falta de construcción del villano me ha
hecho salir de la sala con cierta sensación de desilusión. Esperaba tan poco en
2009 y me sorprendió tanto que puede que ahora pidiese demasiado. Pese ha esto,
la película es absolutamente entretenida, el prólogo es puro cine de aventuras, las
escenas de acción están rodadas magistralmente y la destrucción de edificios
tiene muchísimo más sentido y realismo que en
El Hombre de Acero. Además, qué
queréis que os diga, a mi que
Abrams se pase con los brillos me gusta.
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Liada padre |
Para finalizar, como muchos os perdisteis la anterior por
pereza, os dejo la lista de todas las películas de Star Trek con mi nota para
que veáis que opino lo mismo que vosotros y os lancéis a este nuevo comienzo. Y
sí, podéis ver esta y la anterior sin ver las demás, cosa que se agradece.
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Hannibal, Joker, Loki... todos se escapan |
Aquí el
tráiler. Supongo que la siguiente, que la habrá, no
la dirigirá
Abrams que ya anda metido en el lío que supone
Star Wars: Episode VII, pero
este reparto y visión renovada merece al menos otro capítulo. Un 7’75.
Me gusta, me gusta!
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