Hoy he visto
Elysium, una de futuros injustos, inmigrantes
espaciales y pen drives humanos.
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Matt Damon tiene la nariz cuadrada |
Tras su sorprendente debut con la interesantísima
Distrito 9, muchos esperábamos con ganas la nueva aventura de ciencia ficción ideada por
Neill Blomkamp. El realizador sudafricano volvía a hacerse cargo del guión,
aunque esta vez sin la ayuda de su mujer
Terri Tatchell, y todos los avances
prometían una historia inteligente y con trasfondo. El resultado, al menos a
mi parecer, que es por otro lado el único que cuenta en este blog, ha sido
rotundamente decepcionante.
La trama nos sitúa en el año 2154, el año de
Avatar por
cierto, en un mundo devastado por la superpoblación. Todos malviven como pueden
mientras miran al cielo para ver la silueta de Elysium, una gigantesca estación
espacial arbolada donde residen los ciudadanos más pudientes del planeta. El
protagonista es un tipo que necesita un boleto para viajar a la ciudad del lujo
y beneficiarse de su perfecto y exclusivo sistema sanitario.
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Los diseños de exoesqueletos y demás están muy bien |
Matt Damon está como siempre así que enhorabuena a los que
penséis que tiene mucho carisma y lo siento por los que no soportéis al actor.
Sharlto Copley, parece que interprete fetiche de
Blomkamp, es el villano de la historia.
Está tan exagerado que se sale rápidamente de la rotundidad que pretende llevar
la película. Es un malo fuera de lugar, mucho más adecuado para un producto
más comiquero y entretenido.
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Robots muy desaprovechados |
Casi lo mismo pasa con
Jodie Foster en un papel que
parece sentir un odio tan visceral por todo el mundo que resulta absurdo. Sería
el personaje más tonto de la peli de no ser por
Alice Braga, una madre coraje
que junto con su hija termina lastrando lo poco interesante que quedaba al
final de la película. Todo esto salteado con el pobre
Diego Luna hecho un
espantajo sin ningún peso argumental y un
Wagner Moura que no se decide y
termina siendo el personaje más egoísta, altruista, valiente y cobarde de la
película.
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La madre que no apetece |
Algo muy importante en estas producciones es qué pretenden de sí
misma. Como esta quiere ir en serio y supuestamente no ceder al
entretenimiento si no contar una historia de grandes valores, hay que juzgarla
como tal. Por eso son imperdonables las infinitas lagunas argumentales y errores
de concepción de este mundo que se es infiel siempre y cuando el guión así lo
necesite. No puedo evitar pensar que si yo, con mi sonrisa infantil y mis
palomitas me he dado cuenta, el guionista/director también pero ha pensado que
soy idiota y que da igual. Pues no.
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Jodie Foster muy maluta |
Esto viene genial porque solo hace unas semanas puse notaza a
otra película de ciencia ficción infinitamente más absurda, imposible y
tontorrona que esta, pero claro,
Pacific Rim pretende ser absurda, imposible y
tontorrona para así entretener. Como
Elysium quiere contarme una historia
profunda sobre las desigualdades de la sociedad y no hace una sola concesión al
humor o a rebajar el tono del relato, se debe exigir una fortaleza de su
libreto mucho mayor.
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Mad Max power |
Aquí el
tráiler.
Desafío Total molaba porque eran ciencia
ficción y a la vez una fiesta.
Starship Troopers hasta tenía denuncia
social tras sus chascarrillos y no deja de ser en ningún momento una película
de culto reivindicable. Aquí han cometido los mismos errores que con el remake
Total Recall (Desafío Total). Un 5’75 (lo sé, parecía que la nota iba a ser mucho menor pero es
la decepción la que habla y no ha dejado salir a relucir los punto positivos,
que los hay).
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