Gravity

Hoy he visto Gravity, una de inercia, silencio y renacimientos.

A flotar

La calma con la que Alfonso Cuarón se toma sus proyectos tiene su recompensa. Si esta peli hubiese sido rodada cuando se concibió por primera vez, hace seis años, la cosa sería muy distinta. Hay que saber cuando se está preparado para algo y cuando lo mejor es esperar, en eso el mexicano es todo un experto. Después de su salto internacional con Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, posiblemente la entrega más acertada de la serie, supo compaginar el presupuesto con el buen gusto y rodó Hijos de los Hombres, infravalorada cinta de tintes apocalípticos con tres maravillosos planos secuencia dignos de estudio. Ahora se va al espacio y lo hace aportando algunas de las imágenes más impactantes de la historia del cine ingrávido.

Curro al aire libre

El guión es muy simple, dos astronautas americanos están a la deriva por una lluvia de basura que destroza su estación espacial. La trama pretende abordar lo importante que es para el ser humano sobreponerse a los varapalos con metáforas fetales tan descardas como cuidadas. Pero mejor olvidarse de esa pretensión de profundidad que, ni convence, ni llega a interesar demasiado.

Al solete

Sandra Bullock y George Clooney son los protagonistas y claro, la primera pregunta está clara: ¿por qué Sandra Bullock?. Cuarón responde una vez y otra a la prensa que por qué no, que es una gran profesional y que juzguen su trabajo en la película. Yo no puedo hacerlo del todo porque vi Gravity doblada, tema que trato más abajo, pero parece que en Estados Unidos está gustando. Pero lo cierto es que si Sandra Bullock está aquí es porque Angelina Jolie era demasiado cara, Natalie Portman se quedó embarazada y su manager insistió más que el de Olivia Wilde, Scarlett Johansson o Naomi Watts. Lo cierto es que aun haciéndolo bien, me cuesta creerme a la actriz y en una de las escenas más emotivas me recordó el monólogo de Jean-Claude Van Damme en JCVD, épico y absurdo a parte iguales.

La tierra, what else?

En cuanto a George Clooney, que entró en el proyecto cuando salió Robert Downey Jr., cumple como se esperaba y, haciendo el papel de siempre, se come a su compañera en cuanto sonríe. Viva el Nespresso.

Interpretaciones y tramas a parte, llega lo importante de todo esto, la imagen. Como firme objetor del fraude en el que generalmente consiste el 3D y su impuesto revolucionario en taquilla, aquí no me queda otra que agachar la cabeza. Es la tercera película que recomiendo ver en este formato, las otras fueron Jackass 3D y La Invención de Hugo, y lo hago porque es nítido, útil y sorprendentemente luminoso.

Miss astronauta espacial

La calidad visual de la película es pasmosa. La mezcla de CGI y cables hace que los cuerpos de los protagonistas floten de tal manera que se te olvide que nada de lo que estas viendo es fácil de rodar. Los paisajes de la tierra desde el espacio son impagables y cada estructura espacial desborda presencia y realismo. La fotografía de Emmanuel Lubezki y el buen gusto de Cuarón obran el milagro de hacernos creer y olvidar las pequeñas concesiones ficticias que están al servicio del argumento.

Al respetar el silencio del espacio es complicado hacer realmente trepidantes las escenas de acción. Para solucionar esto, la banda sonora de Steven Price es la encargada de repuntar según qué imágenes para que también nos lleguen por el oído. Por otro lado, los sonidos dentro de la nave y todas las vibraciones que llegan al espectador por el contacto directo del protagonista, están cuidados y presentados en el nuevo Dolby Atmos por lo que los afortunados con una de estas salas disfrutarán con elementos procedentes de cualquier lugar.

Liada padre

Alfonso Cuarón quiere fascinar al espectador, agitarlo, marearlo e incluso que termine hiperventilando. Y lo consigue. Todo eso solo en los primeros quince minutos, un inmenso plano secuencia que viene a ser una de las presentaciones más increíbles y poderosas del cine moderno. A partir de ese momento ya podía hacer conmigo lo que le diese la gana, me había ganado.

Respecto a lo del doblaje, es uno de los inconvenientes. El audio de la película está cuidadosamente medido y gran parte de las alabanzas las tiene Sandra Bullock por su dedicación y por ciertas escenas donde su respiración es clave. Su actriz de doblaje en España, Alba Sola, hace un buen trabajo pero volvemos a lo de siempre, no es el original ni el de una actriz que lleva preparándose meses y repitiendo tomas hasta que el equipo está contento.

Sandra tranquila que ahora te toca comedia mierder

Por lo tanto digamos que cada opción de visionado de esta película tiene sus inconvenientes, sobre todo teniendo en cuenta que ninguna sala en 3D proyecta en VO. Si lo del doblaje te da igual, mal, pero ya que estás búscate una sala con la pantalla más grande posible, si es IMAX mejor. Si no puedes ver el 3D, búscate una sala con Dolby Atmos y caña a la oreja. Supongo que en el cielo habrá una sala IMAX en VO con Atmos y certificado THX pero claro, para eso hay que morirse y haber sido bueno.

En definitiva, una película imprescindible para los que quieran cine visual sin concesiones. Una experiencia que aprovecha la primera persona y la ingravidez como nunca antes se había hecho. Una muestra de buen gusto fotográfico cuya única pega es que en casa, aun en Blu-ray, perderá gran parte de su encanto.

De paseo

Aquí el trailer. James Cameron ha dicho que es la mejor película del espacio que ha visto y Tarantino la metió entre las diez mejores de este año. También es verdad que Cameron es amigo intimo de Cuarón y que Quentin incluyó también el truño de El Llanero Solitario pero oye, yo qué se. Un 9.