6/10/13

La Espuma de los Días (L’écume des Jours)

Hoy he visto La Espuma de los Días (L’écume des Jours), una de sueños, fantasías y excesos.

Viva el pasteleo
Michel Gondry descansa del barullo americano y se vuelve a refugiar en su Francia natal. Después de la flojita Rebobine, Por Favor y el batacazo de The Green Hornet, no me extraña que prefiera retornar al origen de todo. Lo malo es que lo que valía para realizar algunos de los videoclips más interesantes de los noventa, no tiene por qué funcionar igual en un largometraje.

Basado en la novela de Boris Vian de mismo título, la trama nos presenta a Colin y Chloé, una pareja de enamorados que sufre el batacazo de la enfermedad y la falta de dinero. Pero no es un dramón, no os preocupéis, no al menos en su mayoría.

Romain Duris y Audrey Tautou cumplen como protagonistas y Gad Elmaleh, Omar Sy, Aïssa Maïga y Charlotte Lebon hacen lo propio en papeles secundarios. En realidad, las interpretaciones no son más que una herramienta más para hacer que lo realmente importante destaque, la dirección artística e imaginación de todos los responsables de ese apartado.

Ni la nube de Goku
Tanto es así que hasta la trama se difumina en muchos momentos hasta desaparecer tras ratones bailarines, cuerpos deformes e inventos más o menos ocurrentes. Todo esto, que haría las delicias de cualquiera en pequeñas dosis, empieza a marear a los tres minutos de película y estamos hablando de una de dos horas.

Típica boda
Y ojo que entre tanta tontada muchas están realmente conseguidas y entusiasmarán a los modernetes neoromanticones a los que va dirigida esta película. El paseo en nube por París, los tejemanejes en la cocina o el "pianocktail" son una genialidad de principio a fin, pero el ritmo es tan elevado que nada llega a apreciarse en su plenitud y el espectador, o al menos yo, se pierde.

Desconozco la novela original y por lo tanto no sé hasta qué punto la historia está deformada, pero el tono elegido para la película es acertado. Su comedia rápida e historia de amor tontorrona se va marchitando poco a poco y al final termina como la poesía que ha pretendido ser todo el rato. Lástima que las rimas no dejen ver la métrica.

Invento molón
La banda sonora de Étienne Charry es casi lo único oscuro desde el principio. Por eso va ganando protagonismo según todo avanza, dejando en segundo plano a Duke Ellington y demás artistas que amenizan el primer tercio.

El definitiva, un cacao imaginativo tal que casi no funciona. A medio camino, tambaleante y anguloso, entre la maravilla y el descalabro. Gustará a los locos, será imposible para los cuerdos y dejará indecisos a los que disimulan.

A Terry Gilliam le gusta esto
Aquí el trailer. Si se hubiese comedido un poco más, como en La Ciencia del Sueño, todo hubiese ido mejor. Un 6.

3 comentarios:

  1. ¡pufff! que pereza

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  2. Admirando como admiro tus críticas, esta vez me permito decir que no leerse el libro antes de ver esta película es más que una cojera, es casi un handicap. Se puede decir que "entonces los que no hayan leido el libro no pueden ver la peli?". Bueno, yo pienso que si no lo han leído o al menos están un poco familiarizados con el mundo de Vian y lo que significó en su época, no entenderán na ni podrán disfrutar muchas de esas cosas. Hay cierto tipo de películas que necesitan referencias, yo creo, y eso no tiene por qué ser malo, o si?

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    Respuestas
    1. Son medios distintos y dos propuestas diferentes. Esto no es el libro de Vian, es la película de Gondry y como tal puede ser juzgada independientemente del resto. Una vez que me lea el libro y revisite la película mi opinión cambiará, para mejor o peor, pero seguro cambiará. Eso no resta validez, creo, a una crítica hecha en un momento determinado. Por otro lado no creo que Gondry intentase contentar únicamente a los conocedores del original, eso iría en contra del sentido mismo de embarcarse en este proyecto. Si ha dedicado una película de su filmografía a este libro será para compartirlo con los demás y enseñar este mundo a posibles nuevos lectores. Lo ideal sería que saliese del cine con ganas de entrar en una biblioteca y no ocurrió. Ojo, culpa de Gondry no de Vian que veo que te gusta mucho ;)
      Gracias por comentar!

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