Enemy

Enemy, una de encontrarte a ti mismo y no gustarte del todo.

Pensando en sus cosicas

Nueva película de Denis Villeneuve escasos meses después de la magnífica Prisioneros. El canadiense no para de estrenar y como desde Incendies le seguimos todos la pista, las ganas por ver su siguiente trabajo eran, puede, algo exageradas. Que el guión fuese una versión de un español de una novela de Saramago no ayudó a bajar las expectativas.

La trama, adaptada libremente de El Hombre Duplicado por Javier Gullón, nos presenta a un apocado profesor de universidad que pasa sus días entre clase y clase. Un día descubre a un extra en una película que es parecido a él y, cuando lo localiza, descubre horrorizado que son idénticos. El problema es que el otro es algo más crápula. Además de todo esto hay arañas.

¡Eh tú! ¡Eh yo!

Jake Gyllenhaal lleva sorprendiendo a la crítica desde sus comienzos, parece que cada trabajo que realiza es el primero en el que despunta. Este es uno de los más perfectos pero insisto en que no debería chocar a nadie, sólo hay que mirar su filmografía para reconocer que es mejor de lo que pensamos y elige sus papeles con un gusto envidiable. Si no fuese por él, Enemy no funcionaría en absoluto.

Pero ese es un problema que se repite, y es que la película anda en la cuerda floja en muchos aspectos y con que uno de los pilares se viniese abajo, el resto seguiría la cadena. El oscuro guión se pasa a ratos de sinuoso y sólo la igual de perturbadora fotografía consigue convencerme de que me ha gustado.

La banda sonora de Danny Bensi y Saunder Jurriaans atrapa y estremece del mismo modo que la trama y sin ella, tampoco sería creíble el resto. Como la historia, intenta anclar al espectador con elementos conocidos para luego esconderlos y retorcerlos hasta no saber muy bien lo que estamos escuchando.

Espero que seas el mío

Si con una dirección eficiente, un relato negro e interesante, música eficaz e interpretación por encima de lo demás, el resultado es tan complicado de puntuar al alta, es por algún problema con el guión. No porque se pase a ratos de pretencioso, que también, si no por no terminar de contar nada, todo está en el aire. Me gusta cuando un guionista piensa que el espectador no es imbécil y no remarca todo constantemente, pero de ahí a añadir detalles como el de la secta de las arañas por que sí, no sé yo.

También es verdad que justo eso le da el punto de perturbación que necesita y así estoy yo, debatiéndome como los dos protagonistas entre si lo que he visto es una obra maestra o una chorrada como un piano. Hace una semana que vi la película y sigo sin saber si es de 4 o de 8, pero como esa sensación de duda me gusta, redondearé al alta.

Con la chupa soy el prota chulesco

Aquí el trailer. A algunos os parecerá soporífera y a otros magnífica, pero todos coincidiréis en que el final os explota la cabeza. Un 6’75.