Muy pronto para poner Nuevo Cine Alemán ¿no? |
La trama sigue durante un día a Niko, un joven que sigue
viviendo porque es lo más fácil. Ha dejado sus estudios, no busca trabajo y
vive del dinero que le pasa su padre mensualmente. Anda de aquí para allá
buscando un café que se le resiste y bebiendo y fumando todo lo que se le pone
por delante. No lo hace ni por voluntad propia, sólo porque está ahí y esquivarlo supondría un esfuerzo mayor que no hacerlo.
Tom Schiling es el desganado protagonista. Se mete en la
piel de este niñato sin maldad, ni demasiada bondad si debe esforzarse, y
convence a todos hasta recordarnos a algún amigo que se parezca. Todo esto
rodeado de conocidos que le importan más bien poco y de una banda sonora
siempre presente, elegante jazz de acompañamiento que pertenece en su
mayoría a The Major Minors.
Que no os engañe, esta tía tampoco le importa |
Sea un parásito disfrazado de nihilista o un verdadero tipo
atormentado, el caso es que la película alemana acompaña como el buen cine
francés de los 60. No es Truffaut pero sus aficionados
pasarán un buen rato.
Modernete a contraluz |
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