Aprendiz de Gigoló (Fading Gigolo), una sobre probar a ver
qué pasa y que no pase mucho.
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Hasta el cartel intenta ser de Allen |
Nueva película escrita, dirigida y protagonizada por
John Turturro en la que, sin disimulos, intenta marcarse un
Woody Allen. Tanto es
así que el genio neoyorkino es el coprotagonista de la película en el papel que
todos conocemos. Es lo que tiene ser vecinos.
La trama nos presenta a un viejo judío de Brooklyn que tras
cerrar su librería y verse sin un duro tiene una idea, transformar en
prostituto a su mejor amigo. Este pone alguna pega al principio pero tentado
por el dinero, y forzado por la tozudez de su colega, prueba y descubre que
disfruta haciendo felices a sus citas. La aparición de una importante viuda, su
celoso pretendiente y los patriarcas judíos del barrio complicarán la función y harán que el gigoló y su chulo se metan en líos, pero poco.
Turturro crea un personaje entrañable y encantador, un pobre
hombre que vaga por la vida sin molestar a nadie pero sin marcar la diferencia,
un poco como la película en sí.
Allen transforma sus intervenciones en
fragmentos alocados de sus propias comedias e incluye una subtrama que nunca se
llega a explicar pero que parece casi más atractiva que lo demás. Me refiero a
esa complicada familia en la que parece vivir, formada por judíos ortodoxos y
negros molones en tensión constante. El personaje de
Dante Hoagland, una
especie de
Richard Ayoade en miniatura, merece una peli aparte.
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¡Pero qué jaleo! |
El problema de todo esto es que no hay un verdadero
problema. Con clientes como
Vanesa Paradis,
Sharon Stone o
Sofía Vergara, es
complicado ver alguna pega al nuevo oficio del protagonista. El seguimiento de
los mandamases judíos se resuelve en un momento y no supone un verdadero nudo y
el lío con la viuda, centro neurálgico de la trama, no es tal si termina como
lo hace.
Por lo tanto digamos que siendo entretenida e interesante a
ratos,
Aprendiz de Gigoló necesita mucho más de todo lo que ofrece para ser
realmente recomendable. Podrían haber optado por volver todo un poco más disparatado o intentarlo contando esto como una historia corta dentro de una recopilación de relatos del barrio, que el personaje de
Liev Schreiber también se queda corto. Si es que yo no sé que hago aquí en vez de estar en Brooklyn escribiendo guiones.
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Mira Turturro, tú méteme a mi y ya me encargo de hacer el gamba |
Aquí el
trailer. Qué morriña tenemos todos del
Allen de los
setenta y ochenta, hasta
Turturro. Un 6.
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