9/5/14

Snowpiercer (Rompenieves) (Snowpiercer)

Snowpiercer (Rompenieves) (Snowpiercer), una sobre la lucha de clases, las mentiras sociales y el movimiento continuo.

Fuera refresca
Nueva joya surcoreana para la filmoteca de los coleccionistas. Es verdad que esta vez el producto es más disimulado, el reparto internacional y el tema a tratar hace de Snowpiercer (Rompenieves) una cinta global. Pero no hay que engañarse, estamos ante una producción de Corea del Sur con Bong Joon-Ho en la locomotora.

La trama está basada en Le Trasperceneige, novelas gráficas de Jean-Marc Rochette, Jacques Lob y Benjamin Legrand. Adaptada por Kelly Masterson y el propio Bong, nos sitúa en un futuro en el que la humanidad la ha cagado. Todos estamos muertos y el planeta está congelado, los únicos supervivientes viajan en un tren que no se detiene, invento de un visionario al que sus ocupantes respetan como a una divinidad. Las clases sociales se han dividido de manera estructural desde la cola, donde viven los menos afortunados, hasta la cabeza, lugar en el que descansa el líder supremo. Las diferencias y desigualdades obligarán a los de atrás a comenzar una revuelta con la que irán avanzando vagón a vagón.

El Capi del pueblo
Chris Evans, Capitán América para los amigos, es el líder de esa revolución hacia delante. Sorprende demostrando un carisma y entereza dignos de su personaje, obligando al espectador a olvidar al actor soso y tontorrón que seguramente esperaba encontrar. También es cierto que está bien rodeado de sidekicks de carácter, como el siempre cumplidor Jamie Bell o los impagables Ko Ah-Sung y Song Kang-Ho. Este último le está poniendo difícil a Choi Min-Sik ser el actor más molón de Corea del Sur.

Por si fuera poco, un fantástico John Hurt encarna al líder espiritual en lucha contra el mandamás Ed Harris y su séquito de esbirros, encabezados por Tilda Swinton en el que ya es mi papel favorito de la actriz.

Aceitosos todos
La buena elección del reparto puede compararse al acierto visual que supone toda la película. Cada vagón es un mundo que se va volviendo más imposible y artificioso según se avanza. Desde la oscuridad de la cola, sucia, gris y fría, el ambiente se va aclarando y calentando hasta ver lujosas escuelas con gran tecnología o espacios de ocio ridículos en el mejor sentido.

Cole molón
La banda sonora de Marco Beltrami vuelve a pecar de ser excesivamente funcional. Aun así reconozco algunos fragmentos oscuros sobrecogedores y un intento por plasmar el traqueteo y velocidad del tren que son de agradecer.

En conjunto, Snowpiercer (Rompenieves) funciona y llega a fascinar. Entusiasmará a los amantes del género y entretendrá a los menos interesados. El triunfo de la buena mezcla de ideas y el trabajo bien hecho. Ciencia ficción con mayúsculas, inteligente, ácida y elegante.

Corea del Sur está presente
Aquí el trailer. Cuando Kim Jee-Woon despuntó con Encontré al Diablo, se fue a las Américas e hizo el churro de El Último Desafío. Puede que sea mejor la idea de Bong que tras triunfar en medio mundo con la genial The Host, ha decidido abrirse paso con un plantel internacional pero sin abandonar su tierra. Un 8’5.

2 comentarios:

  1. La historia y el concepto son geniales. Pero a mi la ejecución me decepcionó bastante... Tiene mil elementos guays, pero cuatro que no funcionan...Tilda rompedora, pero Chris Evans nunca va a ser capaz de actuar de verdad. Es un super héroe o fratboy y ahí se le acaba...

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