Esa cosa rosa no sale en la peli |
El relato nos cuenta la vida y obras de Allan Karlsson, un
centenario despistado al que su simpleza ha llevado a lugares impensables. Ha
compartido mesa con Franco y Stalin, gulag con el hermano de Einstein, información
atómica con Oppenheimer y papeles falsos a ambos lados del muro. Ahora, con un
siglo a sus espaldas, escapa del asilo y el jaleo vuelve a perseguirle.
Robert Gustafsson interpreta tanto al protagonista en sus
años mozos como en el presente. Sencillo y efectivo, no se puede decir mucho más
de él, algo que se aplica igualmente tanto al resto del reparto como a la
película en sí.
El humor negro que se deja ver de vez en cuando es lo único
que sorprende de algún modo. El resto es una compilación de anécdotas entretenidas
que no consiguen verdadera emoción ni risas sonoras. No molesta, desde luego,
pero está muy lejos de ser el acierto que se esperaba tras la buena acogida en
su tierra. Una película fácil de ver y difícil de recordar.
El yayo se va de marcha |
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