Venga Don, ¡a por todas! |
La trama se basa en la historia real de un agente deportivo que se estaba quedando a dos velas. Un día se le ocurre la genial idea de viajar a la india donde parece que el deporte rey es el cricket. El lince piensa que puede entrenar a algún lanzador de ese deporte y convertirlo en estrella del baseball por cuatro duros, así que monta un concurso donde ganan dos chavalines asustados. Ya en Estados Unidos, tendrán que luchar para conseguir sus sueños, y el de su descubridor, claro.
Jon Hamm interpreta al americano desesperado al que le cuesta vender esta idea a los inversores. Esto ya es gracioso, ver a Don Draper sufriendo para endosar un proyecto es, cuanto menos, entretenido. El resto avanza como la seda, bajo la claridad de una película Disney y con apariciones momentáneas de caras conocidas pero baratas como Bill Paxton o Alan Arkin.
Todo sigue, todo es blanco, todo es descaradamente neutro. Hasta a los pobres protagonistas se les va clareando la piel. Bueno esto último no ocurre pero es que al final yo ya estaba a otras cosas y vete tu a saber. Pero oye que muy bien, mejor que una peli con niño y perro siempre será.
Descubriendo internet, imagínate |
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