Affleck desmontado |
La trama, firmada por la autora de la novela original, nos presenta a un aburrido hombre de clase media que descubre un día que su mujer ha desaparecido. Las extrañas pruebas encontradas por la casa hacen sospechar a la policía del apocado marido y la opinión pública se le echa encima. ¿Será el culpable? ¿Qué ocurrió realmente con la mujer? ¿Es Ben Affleck tan panoli o es el personaje?
La respuesta a las dos primeras preguntas se resuelven en la cinta, la de la tercera es más ambigua. Es verdad que Affleck es soso como él solo, pero los lectores del libro coinciden en que el personaje es exactamente lo que se ve en pantalla, la traslación del americano simplón hundido por las circunstancias. Esta habrá que perdonárselo.
Se quieren, creo |
Estos problemillas con los personajes se unen a momentos de guión en los que todo vale por el espectaculo. Más que lagunas, que también, los baches por los que tiene que pasar el espectador son ciertos momentos que escapan a la realidad en la que todos vivimos. Errores algo forzados y jugarretas temporales imposibles que me sacan del clima en el que supongo que quieren meterme. A Fincher le encantan los tópicos, vale, pero no sé hasta qué punto algunos son irónicos y otros simplemente ridículos. Además, si unos tipos están viviendo una situación económica tan dura como para mudarse a un lugar más humilde, ¿por qué siguen viviendo en un palacio victoriano?.
La sonrisa de la discordia |
Fotografía sencilla pero eficaz, montaje a medio camino entre lo lineal y lo intuitivo, el tempo y elegancia con la que está contada esta historia, con flasbacks que casi son otra gran película sobre una relación de pareja, hacen que la atmósfera inmersiva sea adictiva. Gran parte de la culpa es de la banda sonora de Trent Reznor y Atticus Ross, ejercicio minimalista que parece no estar presente hasta que notas que la angustia que sientes es por culpa de lo que estás oyendo. El director sabe jugar sus cartas y estos dos compositores cortan la baraja como nadie. A ratos casi parece que el maestro Badalamenti ha tenido algo que ver, y decir esto es decirlo todo.
Investigación de tranquis |
Y como este tipo me gusta tanto como hacer listas, que por cierto van cambiando según las reviso, aquí va la de sus trabajos con mis notas de hoy. Es uno de los diez directores en activo que más interés despierta en mi cinefilia y, como veis, tengo motivos.
1992 - Alien 3 (Alien³) 6'0
1995 - Seven (Se7en) 8'5
1997 - The Game 7'5
1999 - El Club de la Lucha (Fight Club) 9'5
2002 - La Habitación del Pánico (Panic Room) 5'5
2007 - Zodiac 9'0
2008 - El Curioso Caso de Benjamin Button (The Curious Case of Benjamin Button) 7'5
2010 - La Red Social (The Social Network) 10
2011 - Millennium: Los Hombres que No Amaban a las Mujeres (The Girl with the Dragon Tattoo) 8'5
2014 - Perdida (Gone Girl) 8'0
Y a casa a discutir |
Creo que algún estudioso del cine tendría que empezar a escribir tesis sobre el efecto Ben Affleck (Afflect?). Es una pena que ninguno de sus amigos con talento haya tenido la delicadeza de sugerirle que se dedique a otra cosa.
ResponderEliminarPara mí, Gone Girl es, como fue Argo el año pasada, una película de televisión venida a más.
Al público general le encantan las historias que creen entender y que parecen complejas. Les hace sentir que ven más allá de lo obvio. Curioso que sólo les pase con estas películas casi superficiales y facilonas.
Si mencionan a cualquier personal involucrada en hacer esta película en las nominaciones de los Oscar le digo a Cate Blanchett que no vaya.
Si Cate Blanchett no va no veo los Oscar...
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