Lo pasan regular |
Con el obligado rótulo inicial de basado en hechos reales, cuenta cómo, tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial, los habitantes de una pequeña isla japonesa son forzados a convivir con militares soviéticos y sus familias.
Protagonizada por dos niños, veremos los desencuentros entre las dos culturas hasta que el factor humano consigue que las diferencias desaparezcan. Todo se desmorona cuando a mitad de la trama se fuerza el drama y dejamos de ver anécdotas de ese pasado, lo realmente interesante de la cinta, para entrar en el sufrimiento de los protagonistas, el cual no termina de dar el pellizco que pretende.
Y es que el gran problema de esta película es que recuerda demasiado a La tumba de las luciérnagas y pierde estrepitosamente en la comparación. El conflicto no funciona más allá del interés social e histórico y la animación, aunque agradable, tampoco es mejor que la de aquella, y estamos hablando de un título con veintiséis años a sus espaldas.
Pese a todo esto, si nos olvidamos de la joya de Takahata, esta nueva película contiene elementos suficientes para contentar al seguidor de la animación japonesa en general y del drama histórico en particular.
Flipando con los juguetes ruskis |
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