26/12/14

Noche en el museo: El secreto del faraón (Night at the Museum: Secret of the Tomb)

Noche en el museo: El secreto del faraón (Night at the Museum: Secret of the Tomb), la parranda nocturna termina.

To' la panda
Último capítulo de una trilogía más interesante de lo que podría parecer. Hasta aquí han llegado las aventuras del guarda nocturno de un museo que cobra vida y que ha visto truncados sus planes futuros, que pasaban por un spin off sobre algunos de sus habitantes más ilustres, debido a la triste pérdida de Robin Williams, el Teddy Roosevelt del lugar.

La trama nos devuelve al museo, con el bueno de Larry supervisando los "efectos especiales" que hacen que este lugar se anime cuando se va el sol. El problema es que la tabla egipcia que dota de vida a todo lo expuesto, está empezando a oxidarse. Para descubrir cómo solucionarlo, el guarda viajará con unos cuantos colegas al British Museum dónde se encuentra el faraón que les ayudará a solucionar el jaleíto.

Ben Stiller borda su papel de Ben Stiller como sólo Ben Stiller sabe. A estas alturas ya sabes, si no lo soportas no te gustará, si te gusta, pues sí. Los amantes de la comedia inglesa volvemos a tener a Ricky Gervais y a Steve Coogan como excusa para ver la peli y, aunque es australiana, Rebel Wilson también puede servirnos como disimulo de humor modernete. Ben Kingsley aparece un par de veces como para pasarlo bien pagando al hipoteca y a Owen Wilson se le puede aplicar la misma fórmula que a Ben Stiller, cambiad el nombre y listo.

Uno de los datos tristes es que es la última película de dos grandes estrellas, no sólo del bueno de Robin Williams, si no también del veterano Mickey Rooney que vuelve a aparecer junto con Dick Van Dyke y Bill Cobbs como los seguratas que interpretaron en la primera parte.

Lancelot chulesco
Si ya has visto Noche en el museo y Noche en el museo 2, sabes a lo que te enfrentas. Ha sido una trilogía muy regular, ofreciendo estructuras similares en los tres capítulos, novedades justitas y entretenimiento familiar a grandes dosis. Lo que podría haber sido un sacacuartos tonto e infantilón, ha terminado siendo una colección de momentos entretenidos y, algunos, realmente logrados. En esta ocasión hay una escena dentro de la litografía de las escaleras imposibles de Escher que es gloria, además de un momento con Hugh Jackman que consiguió que la sonrisa pasase a ser sonora.

El lazo musical con el que Alan Silvestri empaqueta esto hace que todo sea aun más agradable, por eso considero que ha sido un cierre a la altura, sin grandilocuencia pero dentro del tono que han sabido transmitir Shawn Levy desde el principio. Cine para todos de verdad, de corto calado pero de fácil disfrute.

Derek Zoolander deconstruido
Aquí el trailer. Recomendable para los que disfrutaron con las otras y, a los que no les dieron una oportunidad, probad suerte que molan. Un 7.

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