Nos ha tocado el cartel chusco |
La trama nos presenta a tres amigos que, porque sí, descubren que el desaparecido padre de uno de ellos guardaba una máquina del tiempo en el sótano. Los colegas, junto con la hermana del listo y la chica del insti que le gusta, conseguirán hacer funcionar el cacharro y ganar la lotería, ir a un festi que se perdieron en verano, aprobar exámenes sabiéndose las preguntas y vengarse de macarras de la zona. Hasta aquí lo que haríamos todos, pero entonces llegan los problemas, las consecuencias locas y los dramones obligados.
Jonny Weston es el protagonista al que han puesto unas gafitas para que parezca un poco nerd. Todo el grupo de amigos funciona sin más, desde el tontorrón al que hay que querer hasta el asiático listo, aunque nunca más que el líder.
La "máquina" es un mochila de Los cazafantasmas |
Cada vez que se intenta tomar un poco en serio pierde el norte pero, como ocurre en contadas ocasiones, la mayor parte del metraje se disfruta sabiendo que el público es cómplice de sus referencias y falta de calado. Prefiero cuando están revisionando Las alucinantes aventuras de Bill y Ted que cuando se pelean por romper sus propias reglas.
El resultado es sólo una cinta entretenida para los que saben de qué va esto pero, reconozcámoslo, genial para el adolescente que empiece ahora con estas pelis de "chavales como yo" que lo flipan con cosas extraordinarias. Olvídate de la meticulosidad de Primer y la profundidad de Chronicle, pero tampoco creas que te van a tomar el pelo como con el truño de Project X. Al menos aquí el found footage no da asco.
Jaranita en el tiempo |
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