Ojo la ardilla |
Bob Esponja lleva menos tiempo y desconozco la calidad de sus capítulos actuales pero, tras ver este segundo largometraje, alargado artificialmente y elevando el nonsense para acercarse a Hora de aventuras, su sucesora en nuestras mentes psicodélicas, me temo que no le debe quedar mucha vida.
La trama nos cuenta cómo Plankton intenta robar una vez más la fórmula de las Burguer Cangreburguers. En la lucha, el papiro místico desaparece y Fondo de Bikini se transforma en un escenario postapocalíptico ante la imposibilidad de poder disfrutar de más hamburguesas. Bob Esponja deberá hacer lo que pueda por recuperar la receta y salvar a todos.
Todas las promos de la peli, incluido el título y el cartel, hacen referencia a las novedosas secuencias en tierra con los protagonistas creados en CGI. Lo curioso es que esto no sucede hasta pasada una hora y, en veinte minutos, volveremos al fondo del mar para disfrutar del final en 2D tradicional. Digamos que pasa como con Transformers: La era de la extinción en la que los dinos casi no los olemos.
Venga, a liarla |
Y es que la locura y el todo vale está genial en una serie cuyas historias duran diez minutos. Ahí puedes colocar un argumento tontorrón y juguetear con gags imposibles lo que te de tiempo. El problema es que si tienes una excusa de tan poco calado y pretendes rellenar con ella noventa minutos, el ser humano tiene un límite. Me lo pasé muy bien durante tres cuartos de hora y, estoy seguro de que si hubiesen parado ahí y al día siguiente viese la otra mitad, las risas continuarían. Las bromas funcionan pero no poner a nadie al timón marea cuando ya no sabes por qué deberías sonreír.
Por eso mi corazón está dividido, es verdad que lo he pasado bien y que, de uno en uno, casi todos los chistes funcionan, pero también es cierto que los minutos se hacían eternos y cuando miraba el reloj ni yo me creía el poco tiempo que llevaba sentado. Puede que esto solo sirva en dosis más pequeñas, pero la menos loca pero más conseguida Bob Esponja: La película demostró que sí se podía hacer.
Artista |
No hay comentarios:
Publicar un comentario