Que te roban Will |
La trama nos presenta a un timador de éxito, de familia de rateros y nombre en el negocio, que realiza su trabajo de una manera tan formal y aséptica que te sorprende que pueda ser delito. Lo curioso es que siendo un tipo con un cerebro desmesurado para el engaño, su negocio se basa en una red inmensa de carteristas y poco más. El caso es que el tipo se enamora de su nueva alumna y parece que eso es un problema en su empresa del arte del hurto.
Will Smith vuelve al cine tras varios años ocupado en la carrera de su hijo. Lo hace discretamente, como pidiendo permiso con esta cinta que él mismo cree más pequeña que sus responsables. No está bien ni mal, su personaje es comedido y soso y sólo Margot Robbie da un poco de brío a la trama. Tampoco es que destaque, si la comparas con lo que hace en El lobo de Wall Street aquí desaparece, pero claro, quizá no debería hacer esa comparación.
Focus se deja ver sin más. Su estilo, que de moderno y elegante termina siendo vacío y hortera, ni repele ni atrae a nadie. Es fácil de degustar, digerir y olvidar, un producto ideal para vivir en las teles de los medios de transporte de viajes de más de hora y media.
Ay qué risas |
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