Se acabó, cerramos el chiringuito de la locura que durante una semana ha vuelto a instalarse en los
Palafox. Siete días muy a tope donde el
fantaterror, no diremos si bueno o malo, ha corrido por nuestras venas buscando una salida para llenar todo de sangre. Es la hora de hincar el diente al palmarés que el jurado ha creído conveniente para esta tercera edición. Y es que si hay un un indicador claro de que
Nocturna se está afianzando como festival de categoría, es que los premios dan bajona. Nadie está de acuerdo con el ganador de ningún certamen importante y aquí, claro, no íbamos a ser menos:
La aplastante victoria de
Liza, the Fox-Fairy muestra hasta cierto punto algo que se ha comentado por los pasillos,
twitter, desde mediados de semana. Y es que la calidad media de las cintas en competición ha sido más baja que la de años anteriores. Medir esto en un festival es complicado, pero lo cierto es que a parte de un par de títulos curiosos, es complicado salir este año de
Nocturna con una buena lista de recomendaciones claras.
Dicho esto, estoy muy de acuerdo con que una locura como
Liza, the Fox-Fairy se lleve el premio gordo a casa, tanto gracias a ella misma como por culpa de la poca competencia. Respecto a la sección
Dark Visions no comento, porque no he visto la ganadora y las tres que si caté no me gustaron. Donde sí me ha dolido más es en
Madness por dos motivos claros,
Lost After Dark molaba bastante y
Bunny the Killer Thing es un truño. Ojo que en esta cruzada, aunque no estoy sólo, descubrí a muchos en mi contra aplaudiendo a rabiar al director de la cinta conejera.
En cuanto al premio del público, no hay duda de que
It Follows ha sido la mejor de las películas actuales proyectadas esta semana. El problema es que estaba dentro de la sección
Panorama y, como tal, yo entendía que estaba fuera de concurso. Es más, hay cintas en esta misma sección que se proyectan después de las votaciones, que sí, que nadie podía hacer nada contra esta joyita, pero dejo el dato. Supongo que mejor para todos si algo de esta categoría se lleva los laureles porque, de no ser así,
Liza, the Fox-Fairy hubiese vuelto a arrasar de manera justa.
Y hasta aquí mi aventura en esta semana de puro horror del bueno. Un placer disfrutar de nuevo de esta locura, gracias a
Luis M. Rosales,
Sergio Molina y
José Luis Alemán por hacer esto posible en un Madrid que necesita fantástico, terror y ciencia ficción como nunca. Una año en el que hemos podido conocer a tipos encantadores como
Robert Englund, molones como
Alexandre Aja o escurridizos como
Lamberto Bava. Hemos disfrutado a lo grande y sufrido lo suyo, alguno de lo de
III no se recupera, e incluso hemos descubierto extrañas manías, como insistir en la numeración de las entradas pero borrar el número de las filas, estratagema utilizada por los
Palafox para que pensemos que sus acomodadores son demiurgos infalibles. Porque lloraremos mucho sobre qué cinta es peor, recordaremos la debacle del
Dr. Gruber y nos quejaremos de que nos vuelvan a colar otro corto de
Eduardo Casanova pero, si hay algo claro, es que el año que viene estaremos aquí. Si
Cthulhu quiere, claro.
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