Pues muy bien |
La trama nos devuelve a los dos protagonistas en un momento duro de sus vidas, Ted debe demostrar que es humano o, al menos, que tiene los mismos derechos. De no ser así, no podrá mantener su matrimonio con la Vane, adoptar chiquillos o buscar curro. Junto con su colega, recorrerán el país buscando soluciones, abogados y hierba.
Debo reconocer que Mark Wahlberg ha encontrado su hueco en la comedia. Ahora funciona como un reloj y, junto a Amanda Seyfried, son lo mejor de la película. Si no es por estos dos intérpretes no sé qué hubiese sido de Ted 2. En cuanto al peluche, bien insertado pero, una vez más, falto de gancho. Y de nuevo la culpa, en parte, es mía, por ver esto con la voz de Santi Millán y no de Seth MacFarlane. Pero vamos, tampoco creo que todo se vuelva divertidísimo en versión original.
Reconozco que algo más gracia que la primera sí me ha hecho. De una risa en alto, he pasado a dos y varias sonrisas. Viniendo detrás de Ted y la nefasta Mil maneras de morder el polvo, era fácil que esta fuese su mejor película.
Mira qué contentos |
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