BOOOM, o eso pretenden |
La trama nos presenta a un apocado porreta que vive atascado en una ciudad que soporta gracias al amor de su novia y al humo que se va. Tras toparse con una mujer que repite unas palabras sin demasiado sentido, es atacado por unos tipos en un parking y descubre que tiene unas cualidades insospechadas para el arte de la guerra. Algo pasa, él sospecha que es un robot pero los tiros no van por ahí, el agente está activado.
Leguizamo en su salsa |
Pero olvidando que aquí nadie destaca por su interpretación, lo mismo no hacía falta, American Ultra sí ofrece un entretenimiento legítimo y hasta cierto punto satisfactorio. Siempre es divertido ver cómo alguien se descubre a sí mismo capaz de algo que no esperaba, especialmente si el tipo es un fumado y su habilidad sorpresa es matar de un modo despiadado y fulminante.
Para ser el título que merece su cartel, está necesitada de más mala leche, gusto por lo hortera y valentía por lo arriesgado. El guión de Landis no está mal pero era trabajo del director pulirlo para sacar el mayor jugo posible. Todo esto lo digo, puede que injustamente, debido al rencor que siento por el realizador Nima Nourizadeh, el tipo que hizo un petardo como Project X del que aun tengo que soportar recomendaciones positivas.
¡Más colores! |
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