Briconsejos de jardinería |
Dirigida por Asier Altuna, cuenta una historia donde entran en conflicto las tradiciones y el campo con el día a día de la vida moderna y la ciudad. Una familia que defiende su caserío como un fortín, se enfrenta al peligro de unos hijos que no están por la labor de ver cómo se impone su destino desde que nacen. Todo bajo la atenta mirada de Amama, la abuela, sacerdotisa, babalao y jefa espiritual que pinta los árboles de cada miembro de la familia marcando así su carácter.
Con una imponente Amparo Badiola como matriarca, es Iraia Elias la que lleva el peso real del metraje con una naturalidad que encaja con la propuesta. A Kandido Uranga le toca ser el palo de la historia y, como el resto, cumple sin problemas.
Volviendo a Loreak, si el año pasado defendí su hermandad con el cine japonés por su tempo y luminosidad, Amama refuta mi teoría en cuanto a su temática y contundencia. Tres hijos enfrentados a un padre, unidos a una abuela que es toda naturaleza, para bien y para mal, y con el cargo de conciencia del obligado corte de raíces que termina en un trasplante bondadoso. Esta cinta es todo lo que el asiático se echa en cara a sí mismo, buscando encontrar por fin la unión entre sus dos mundos opuestos. Una joya con momentos oscuros y luminosos que embaucan desde el principio hasta su sobrecogedora escena final.
La gran familia del bosque |
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