Dragon Ball Z: La Resurrección de 'F' (Doragon Bôru Z: Fukkatsu no 'F')

Dragon Ball Z: La Resurrección de 'F' (Doragon Bôru Z: Fukkatsu no 'F'), cha-la, head-cha-la!

Vuelve el raro

Vuelve el malo emo, uno de los villanos más queridos de la franquicia, aunque sólo sea porque coincide con la etapa más poderosa de la creación de Akira Toriyama. El caso es que Dragon Ball Z: La batalla de los dioses fue tal éxito en cines japoneses que no había que dejar pasar la oportunidad de seguir estrenando a lo grande. Aquí no se puede decir que causase sensación, pero lo cierto es que muchos volvimos a las aventuras de Goku gracias a su estreno.

Esta nueva entrega es algo mejor, más cercana de lo que yo creo que debe ser Dragon Ball Z. Es más, incluye tantos guiños a la batalla original que casi podría decirse que es un resumen en hora y media de aquel primer mítico encuentro con Freezer.

De chorradas tampoco anda corta claro, pero al menos no tenemos a Vegeta cantando. La mayor tontería en Dragon Ball Z: La Resurrección de 'F' es la excusa argumental por la que el villano está al nivel del protagonista, que recordemos ahora anda en Super Saiyan God Super Saiyan (pelo azul eléctrico). No sé por qué este respeto, pero voy a mantener el misterio por si alguno quiere llegar virgen. Digamos que Toriyama ha dicho que esta es su serie, estos sus personajes, y los trata como quiere. Pues ya está.

Divertida, con tres puntos de estancamiento a base de diálogos innecesarios que lastran todo el ritmo, pero eficaz a su manera. Incluye buenas peleillas, animación a la altura, sí, mejor que Dragon Ball Super, una canción chulesca de Maximum the Hormone y un ejercito gritón que parecen los malos del Serious Sam 3 y que me hicieron mucha gracia.

Aquí con su cosplay de Oscar

Aquí el trailer. Si quieres ver a Freezer diciendo a cámara '¡Y una mierda!', esta es tu oportunidad. Un 6.