3/2/16

Langosta (The Lobster)

Langosta, la importancia de elegir un buen animal.

Al final, te encuentras
El cine de Yorgos Lanthimos es casi un género en sí mismo. Los que conozcan la obra del griego, la han sufrido o la han disfrutado, generalmente lo segundo. Y es que, si llegas a una película de Lanthimos, como ocurre con Quentin Dupieux o Harmony Korine, significa que te va la marcha.

'Langosta' viene a ser una versión más perfilada y pulcra de lo que lleva contándonos desde que nos rompió la cabeza con 'Canino'. Más compleja, amplia y mágica, la cinta te mecerá hasta hacerte caer en su mundo imposible, siempre a medio camino entre Bradbury y Lynch, es decir, K. Dick.

Ver a Colin Farrell, Rachel Weisz o John C. Reilly corretear por este imaginario aséptico es un placer, especialmente por constatar que lo del griego ha calado, que no es sólo cosa de la fiebre festivalera en la que brillan sus obras, que la verdad está ahí fuera, bailando muy fuerte en el bosque, soltera e indiferente ante este estado.


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