Desde que se les ha ocurrido lo de adaptar en acción real sus clásicos animados, la compañía del ratón nos ha presentado truños importantes. Es más, a rebufo de ellos, otras productoras se han atrevido a intentar lo mismo con resultados similares. Al menos hasta ahora.
'El libro de la selva' es la primera versión realmente buena de esta nueva moda. Divertida, con ritmo, fiel al original y bien hecha, rematadamente bien hecha.
Jon Favreau se ha complicado la vida con un rodaje imposible donde sólo contaba con Neel Sethi, el bueno de Mowgli, como intérprete real. Todo lo demás es trabajo de postproducción, eliminando marionetas y fondos azules que sirvieron de referencia al pobre niño y al resto del equipo.
El resultado funciona y, gracias al guión de Justin Marks y al fabuloso reparto de voces en la versión original, termina siendo una experiencia plenamente satisfactoria.
Quizá peca de ser demasiado segmentada. Al conocer el original, y no me refiero al libro de Kipling si no a la película del 67, verdadera Biblia para esta, sabes lo que llega en cada momento y la sensación de conjunto se pierde. Puede que por eso sea más fácil destacar las dos o tres escenas magistrales por separado, obligándonos nosotros mismos a que sumen al total.
La banda sonora de John Debney es otro acierto, teniendo detalles de la ya asimilada por todos y llenando la selva de una nueva percusión que le sienta de maravilla.
Mantienen además dos de las canciones icónicas, algo que le sienta genial al Baloo de Bill Murray pero que suena algo forzado cuando le toca al imponente Rey Louie de Christopher Walken. La pena es que el momento de Kaa, con voz de Scarlett Johansson, dure tan poco. Ahí sí que tocaba su canción, la cual podemos oír en los títulos de crédito finales, otra sorpresa que puede catalogarse como en mejor cierre de película en años. Hay que quedarse hasta el final, y no porque salga nada en el último momento, si no porque es una delicia.
En definitiva, una genial aventura que nos ha pillado con la guardia baja. Tanto es así que Disney ya está buscando un hueco para una secuela con Favreau y Marks de nuevo a los mandos.
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