¿Quién daría un duro por esta película? Yo no, al menos no figuradamente, porque lo cierto es que pagué mi entrada.
El caso es que soy de los que ha terminado de la sobreexplotación del muerto viviente hasta las gónadas. He pasado de hacer maratones de pelis de zombies con mi grupo de amigos socialmente deficientes, a ser el raro por no ver 'The Walking Dead'. El caso es perderme las modas.
Por eso entré a este exploitation Z con Jane Austen de base como último recurso de un día de oferta y sesiones limitadas. Y ni tan mal.
Lily James y Sam Riley cumple como Elizabeth Bennet y Mr. Darcy, especialmente cuando se ponen a combatir redivivos rellenos de sangre y cosas bonitas.
Tiene detalles sorprendentes para una producción que podría haberse dejado llevar por la apatía, como una introducción cuidada, una fotografía eficiente y un ritmo adecuado.
Salí pensando que otro acierto era la duración de hora y media, y dura un cuarto de hora más, así que supongo que el punto positivo lo sigue mereciendo por parecer aun más corta en una época donde decir eso resulta imposible.
En definitiva, una tontuna bien hecha, con ideas curiosas y final abierto por si suena la flauta. A mí me volverá a dar pereza, a ver si hay suerte y vuelve a sorprenderme.
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