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Tras el acelerado inicio, una vez que la joven protagonista se pierde en un paraje desértico lleno de trampas, todo cambia y se transforma en una competente película de terror enfermizo.
El problema es que nunca termino de entrar por culpa de Ashley Bell, tan exagerada físicamente que me saca del hipnótico entorno por el que se mueve. El que no tenga problemas con la actriz, y disfrute del terror del ser humano, logrará pasar un genial mal rato.
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Dirige André Øvredal, el noruego que nos ofreció en 2010 la magnífica 'Troll Hunter' y que ahora se saca de la manga esta historieta ambientada en una morgue que ha sido guionizada por Ian B. Goldberg y Richard Naing.
Cuando todo funciona, se nota rápidamente. Eso ocurre a los cinco minutos cuando la pareja formada por Brian Cox y Emile Hirsch parecen llevar años interpretando sus roles de padre e hijo.
Tras un primer tercio sublime, el obligado giro nos separa a ratos de la autopsia, el verdadero éxito de la película, pero nunca desaparece el interés del público y la temible presencia del cadáver en la camilla sigue presente hasta los títulos de crédito.
Uno de esos pequeños productos que huelen a algo mucho más grande, ojalá no tengamos que esperar otros cinco años para ver el siguiente trabajo de Øvredal.
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'Blair Witch', la película con la que Adam Wingard iba a poner el género patas arriba, resultó ser una repetición de todos los motivos por los que hemos terminado huyendo del found footage desde aquella embriagadora 'El proyecto de la bruja de Blair' (Daniel Myrick, Eduardo Sánchez, 1999).
Ya sea porque apetecía volver al bosque, o porque los acólitos de Wingard están deseando demostrar a todos que su ídolo es tan bueno como creen, todos los asistentes al festival han terminado acudiendo a una de las funciones de esta secuela que bien podría llamarse remake.
Chicos perdidos en el bosque, misterios tras los árboles y lloros a cámara, todo esto sazonado por una colección de absurdas subidas de volumen tan predecibles como desagradables. Lo peor del género para llegar a un clímax final que está a punto de ofrecer algo nuevo justo cuando se acaba. Una pena.
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'Operation Mekong' (Mei Gong he xing dong), la muestra de que ese cine de acción que tanto echamos de menos se sigue haciendo, pero hay que mirar hacia el este.
El último taquillazo del cine chino de acción llegó a Sitges y arrasó ante un publico entregado que aplaudió cada una de las proezas incluidas en cuatro escenas de acción que vertebran la película y que deben ocupar dos tercios del metraje total.
Dante Lam firma una potente cinta con un tontorrón guión que se ajusta como un guante a su explosiva propuesta. Cuando te presenta un nuevo escenario, con sus escaleras, pisos y elementos más o menos estables, sabes que veinte minutos después estarán mirando a un solar lleno de muertos y heridos. Una gozada para los sentidos adornada con viguerías en CGI que no molestan, si no que adornan y añaden superpoderes a una plantilla de héroes entregados a la causa.
Niños soldado jugando a 'El cazador', un villano con Kalashnikov de oro y un perro que se llama Bingo. Lleven palomitas.
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'El extraño' (Goksung), porque si alguien tiene que romperte la mente, que sea un surcoreano.
Na Hong-jin ya se había ganado el cielo cuando estrenó 'The Chaser', un thriller de asesinos en serie que, junto a 'Oldboy' y 'Encontré al diablo', obligaron a todo cinéfilo que se precie a no perder de vista al país asiático.
Tras la también potente 'The Yellow Sea', han pasado cinco años sin que supiéramos nada del director y, la verdad, ha merecido la pena.
Todo empieza como una comedia negra costumbrista, donde los extraños asesinatos de un pequeño villorrio no son más que la excusa para que nos riamos del torpón protagonista. Poco a poco, el espectador va descubriendo junto al apocado policía la seriedad del caso y, sin que te des cuenta, todos están sumergidos en una de las tramas más oscuras y retorcidas de esta semana de cine de género.
Rituales, religiones, demonios y engaños se mezclan en un pequeño pueblo de montaña que te atrapará para siempre. El 18 de noviembre se estrenará en España, que alguien venga a buscarme que yo sigo dentro.
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