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'La doncella (The Handmaiden)' (Ah-ga-ssi), la constatación de que Park Chan-wook puede hacer lo que quiera porque todo le sale bien.
La nueva película del surcoreano se estrena en el Festival por un solo motivo: es suya. Y es que este drama de época no debería encajar esta semana, pero debemos tanto al director de 'Oldboy' que llenó la sala y acaparó aplausos como si fuese una de sus violentas venganzas.
Esta nueva producción se basa en 'Falsa identidad', novela de Sarah Water que ya había sido adaptada por la BBC en 2005 y que el surcoreano reimagina en su tierra.
Un relato en tres partes lleno de picaresca, engaños y erotismo, todo tratado con un gusto y elegancia absolutamente impecables.
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En 1979, un joven de veinticuatro años llamado Don Coscarelli, dirigió una extraña historia sobre un chaval que se cruza con quien no debe. El hombre alto y las esferas plateadas volverían en otras cuatro ocasiones que convertirían a la pentalogía en todo un clásico para los aficionados.
Uno de esos locos del fantástico es J.J. Abrams, que ha producido la remasterización en 4K de este clásico del género y que nos ha permitido cruzarnos con Coscarelli por la ciudad, un tipo entregado a su público que no duda en quedarse hablando en el pasillo con todo aquel que quiera preguntarle curiosidades de su obra.
Aunque yo me sigo quedando con 'Bubba Ho-Tep' y 'John muere al final', lo cierto es que el extraño encanto de esta saga sigue vigente.
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'Let Me Make You a Martyr', esa en la que muchos acabamos porque salía Marilyn Manson.
Y salió, con su nuevo aspecto a lo Nicolas Cage pero salió, dando tumbos por un guión conversacional donde los responsables de esta producción intentan dar una especie de lección sobre las drogas, la redención y el cielo.
Lo cierto es que a los veinte minutos caí como un tronco. Cuando quise reengancharme no hubo manera, pero por lo que he oído, los valientes que aguantaron estoicamente a la hora de la siesta el quinto día del festival, tampoco se enteraron de mucho más.
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Y es que en esta edición donde lo oriental parece haber copado cada sección, no siempre se logra acertar con los productos del este.
Este tríptico sobre tres mangantes en el Hong Kong de los noventa no termina de arrancar en ningún momento pero, como tampoco es un desastre, entra en la triste categoría de cintas a olvidar con bastante rapidez.
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