Na Hong-jin ya se había ganado el cielo cuando estrenó 'The Chaser', un thriller de asesinos en serie que, junto a 'Oldboy' y 'Encontré al diablo', nos obligaron a no perder de vista al país asiático. Tras la también potente 'The Yellow Sea', han pasado cinco años sin que supiéramos nada del director y, la verdad, ha merecido la pena.
Todo empieza con aires de comedia negra costumbrista, donde los inexplicables asesinatos de un pequeño villorrio no son más que la excusa para que nos riamos de un torpón policía. Poco a poco, el espectador va descubriendo junto al apocado protagonista la seriedad del caso y, sin cambios bruscos, todo se convierte en una de trama tan oscura, enrarecida y retorcida como cabría esperar de un acertado relato de género.
Rituales, religiones, demonios y engaños se mezclan en un pequeño pueblo de montaña que te atrapará para siempre. Hace un mes que la vi por primera vez y aun sigo dentro.
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